«Tenemos que estar más unidos que nunca, sino vamos a cometer el peor de los errores. Eso no quiere decir que no debamos discutir las asimetrías que padecen países como Uruguay y Paraguay, no me voy a hacer el distraído con eso. Tenemos que resolver todo lo que haya que resolver, pero debemos hacerlo como socios», dijo Fernández durante su alocución en la LX cumbre de Jefes de Estado del Mercosur.
El encuentro se desarrolló en el Centro de Convenciones de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), en la ciudad de Luque, distante a unos 10 kilómetros de Asunción, en Paraguay.
Las declaraciones de Fernández se dan luego de que Uruguay anunciara -previo a la cumbre- que finalizaron los trabajos para el estudio de factibilidad de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China y que ahora se inicia el camino de negociación del tratado en sí mismo.
En su discurso, el Presidente llamó a los socios del Mercosur a explorar la posibilidad de hacer un acuerdo comercial conjunto con China: «¿Por qué no vemos la factibilidad? Sería mucho más fuerte ese acuerdo. Entendamos que debemos estar juntos porque unidos somos más fuertes», subrayó en un tono conciliador ante las negociaciones que Uruguay mantiene con el gigante asiático.
En esa línea, Fernández propuso que los países del bloque se asocien para aprovechar los beneficios de la explotación del gas que se lleva a cabo en Argentina y destacó la necesidad de «hacer mucho más fuerte nuestra región y el Mercosur para que también la Celac sea más fuerte» y propuso, en ese marco, «tomar decisiones de conjunto» en el contexto de la guerra que se desarrolla entre Ucrania y Rusia.
Al iniciar su discurso, el presidente argentino adelantó que iba a improvisar y comunicó a los demás participantes del cónclave que no leería el discurso que tenía preparado porque quería «reflexionar sobre lo que implica el Mercosur y Latinoamérica en los tiempos actuales».
En ese marco, dijo que los mandatarios de los países del Mercosur gobiernan «en un tiempo singularmente difícil en el mundo» por el surgimiento primero de la pandemia de coronavirus y luego de la guerra, y advirtió que aún «no se toma dimensión de la gravedad del problema».
«Argentina heredó lo que heredó y tuvimos que hacer un enorme esfuerzo por robustecer los sistemas de salud para proteger a nuestras habitantes. Nuestras economías estuvieron paralizadas y luego vino la guerra entre Ucrania y Rusia. La guerra generó que los cereales que se producen en Ucrania no puedan comercializarse y el hambre empieza a golpear en el mundo», sostuvo al enumerar las consecuencias que está dejando el conflicto bélico.
En ese sentido, agregó: «Hay una enorme complejidad que vive el mundo. El mundo se divide. El hambre empieza a asediar al mundo entero y en el hemisferio sur están las principales víctimas».
Al repasar sus últimas intervenciones en foros internacionales, Fernández reseñó: «Hay que escuchar declarar a los líderes de Europa que sus países se quedan sin energía. En un contexto en el cual aumenta la inflación, al igual que los Estados Unidos. El carbón se ha vuelto a volver importante con los daños ambientales que eso genera» y alertó: «Tenemos que darnos cuenta del mundo en el que vivimos, y si no lo hacemos nos vamos a equivocar».
Para Fernández, la región «tiene lo que el mundo busca para el mañana, y si no nos damos cuenta que tenemos que estar más unidos que nunca, vamos a cometer el peor de los errores».
Alberto Fernández en la Cumbre de Jefes de Estado en Paraguay: “Tenemos el imperativo moral de ponernos de acuerdo para producir los alimentos que el resto del mundo necesita”https://t.co/NQFo7VgVuB
— misionesonline.net (@misionesonline) July 21, 2022
Recordó además que América Latina es «el continente más desigual y tiene el deber de protegerse», en un contexto en el cual «en Europa vuelan las balas y en el sur vuela el hambre».
«Tenemos el imperativo moral para ponernos de acuerdo en producir el alimento que el mundo necesita. El mundo que se viene es el de las regiones. Hay que tomar decisiones de conjunto. Debemos hacer mucho más fuerte nuestra región y el Mercosur para que la Celac sea más fuerte», insistió el mandatario argentino en uno de los tramos más importantes de su intervención.
Para finalizar, expresó: «El Mercosur debe vivir muchos años más y debe vivir siempre en una América Latina unida porque el mundo ha cambiado. Si no lo entendemos, no habremos aprendido las enseñanzas del Papa Francisco, quien siempre afirma que nadie se salva solo».
Luego de las exposiciones de los mandatarios, se realizó la ceremonia de traspaso de la Presidencia Pro Témpore a la República Oriental del Uruguay.
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Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, participó en la cumbre a través de un video, ponderó la labor del Mercosur en el contexto de la pandemia y llamó a asegurar la «seguridad alimentaria»
Al finalizar la actividad, el presidente de Paraguay, Abdo Benítez, ofreció un almuerzo en honor a los jefes de Estado presentes y sus respectivas comitivas en el complejo del Chaco/Tosa.
Formaron parte de la comitiva argentina la primera dama Fabiola Yáñez; el canciller Santiago Cafiero; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco; y los embajadores argentinos ante Paraguay, Domingo Peppo; y Uruguay, Alberto Iribarne.
Además de los miembros plenos del bloque regional (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), participaron representantes de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam. Y también asistieron el secretario general de la ALADI, Sergio Abreu; y el presidente ejecutivo de FONPLATA, Juan Notaro Fraga.
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