A decir del filósofo y sociólogo alemán Axel Honneth, uno de los exponentes más importantes de la tercera generación de la Escuela de Frankfurt, no se puede describir toda la gama de sentimientos provocados por las desigualdades, pero sí mencionar las emociones que caracterizan su individualización. La primera de ellas es la omnipresencia del sentimiento de desprecio, la impresión de ser invisible o no ser visto por lo que uno es.
Contra el desprecio, el respeto se convierte en el valor central.
El sociólogo francés François Dubet sostiene que desde el punto de vista político, las desigualdades solo tienen sentido en la medida en que se las considere justas o injustas, a fin de defenderlas o combatirlas. En todos los casos, debe justificárselas. Este análisis supone que movilicemos principios de justicia, principios compartidos y capaces de convencer a los otros de la justicia o la injusticia de una desigualdad.
En paralelo con el tema del desprecio, hoy en día las desigualdades se denuncian como una falta de reconocimiento. La noción de reconocimiento engloba varias figuras de las desigualdades y las injusticias.
Todas las modalidades de la falta de reconocimiento difieren profundamente en cuanto a carácter, porque remiten a principios de justicia distintos. Como proponen Nancy Fraser y Alex Honneth, es posible ver con mayor claridad si se distinguen el dominio del reconocimiento y el de la justicia social. El reconocimiento concierne a los problemas de identidad, de género o de dignidad, mientras que la justicia social se reserva el dominio de la redistribución y las desigualdades sociales.
Ahora bien, ¿qué es justo o injusto reconocer? Detrás de la polisemia de la reivindicación se plantea una exigencia de justicia.
Si damos crédito a las encuestas relativas al sentimiento de injusticia, más allá de la individualización de la experiencia de las desigualdades, los actores sociales movilizan criterios de justicia comunes. Cuando se pregunta a los individuos por qué son injustas las desigualdades que sufran sus argumentaciones se organizan en torno a tres principios: igualdad, mérito y autonomía.
En los últimos tiempos, viene calando hondo en el sentir social la sensación de que somos cada vez más ignorados por el país central. Desde promesas incumplidas como la Zona Aduanera Especial hasta cuestiones que por derecho nos corresponden, es grande el abanico de gestos y acciones del Gobierno Nacional que dan fuerza a esa tesitura. Y hablando de injusticias, Misiones aporta a la Nación tres veces más de lo que recibe en concepto de Coparticipación.
La revolución es un sueño eterno
El territorio de las Misiones siempre ha tenido gran relevancia en la historia del federalismo argentino. El antecedente más antiguo nos lleva a la redacción, de puño y letra del General Manuel Belgrano, de las bases del que se ha considerado el Primer Proyecto de Constitución del Río de la Plata, el cual culminó a finales de diciembre de 1810 en el Campamento de Tacuarí. Del trabajo llevado adelante por Belgrano resultó el Reglamento para Régimen Político y Administrativo y Reforma de los 30 Pueblos de las Misiones, reglamento este que fuera incorporado por Juan Bautista Alberdi como uno de las bases de la Constitución Nacional.
Otro hito histórico se produjo cuando los Pueblos de las Misiones, bajo el mando del prócer Andresito Guaçurarí, se sumaron y fueron parte de la gran gesta federalista que por impulso de Gervasio Artigas dio origen a la Liga de los Pueblos Libres, también conocida como la Liga Federal, la cual tuvo su momento cúlmine el 29 de Junio de 1815 en el arroyo de la China (Concepción del Uruguay – Entre Ríos) cuando se desarrolló el Congreso de los Pueblos Libres, que tenía como finalidad alcanzar la organización política de las provincias federales, adoptando medidas económicas y comerciales.
Ahora bien, en honor a la verdad la vigencia del federalismo a lo largo de la historia argentina no ha logrado pasar de ser más que una proclama, que nunca pudo ser realmente efectivizada por las trabas impuestas por el poder central.
La realidad demuestra que las provincias argentinas no tienen poder, y el inorgánico poder que alguna vez pudieron haber ostentado, lo han perdido después de la Batalla de Pavón y de la brutal matanza de Cañada de Gómez, llevada adelante por los ejércitos lanzados sobre el interior del país en la “Guerra de Policía” pregonada por Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento y criticada fuertemente por Juan Bautista Alberdi.
Es importante recordar siempre el devenir histórico para entender el presente y vislumbrar hacia donde puede direccionarse el futuro.
La Semana de Mayo fue el momento propicio para que desde el Gobierno Provincial baje un fuerte mensaje a la sociedad misionera: seguir llevando adelante esa Revolución movida por los sueños inspiradores inconclusos. En una Argentina desproporcionadamente desigual y centralista, donde el federalismo es nada más que un enunciado, desde Misiones se sigue levantando la voz para reclamar lo que le corresponde a su pueblo.
Con un video publicado en sus redes sociales, el Ing. Carlos Rovira, conductor del Frente Renovador de la Concordia, dejó plasmado el sentir del Proyecto Misionerista: “La Revolución es un sueño eterno. La Revolución de Mayo, nuestra revolución. Y es ese uno de nuestros sueños inspiradores, de seguir acompañando, buscando esa Revolución con otros medios, con otras herramientas por supuesto. Ya no se levantan armas, ya no hay caudillos. Con las ideas estamos combatiendo. En paz, sin grieta, porque somos antigrieta, pero nuestras ideas forman parte de esos sueños inspiradores del Misionerismo”.
En el mismo sentido, en ocasión del multitudinario acto y desfile cívico-militar realizado en la costanera de la Ciudad de Posadas, hecho que significó el regreso de las grandes convocatorias populares luego de dos años de pandemia, el Gobernador Herrera Ahuad puso en relieve el espíritu revolucionario de la Provincia de Misiones, que bajo la guía de Carlos Rovira “se encaminó a una revolución que tiene que ver con las ciencias de la salud y con la salud misma de la provincia. Misiones ha dado claras muestras a la Argentina, a la región y al mundo de cómo se puede cuidar a su pueblo.
También ha sido revolucionaria en materia educativa con la educación disruptiva en las diferentes escuelas formativas de robótica, de innovación y las tecnologías aplicadas a la economía del conocimiento”. En otro tramo de su discurso, siguiendo con la reivindicación de la actitud con la que la provincia encara los procesos históricos agregó que: “Misiones es revolucionaria en leyes que contemplan la seguridad jurídica y la seguridad de todo el pueblo. Somos una provincia revolucionaria en el aspecto cultural y en industrialización. Una provincia que ha tomado su autonomía como un eje, sujeto y objeto de sus políticas públicas que llegan a la gente”.
Los datos del censo, una razón más para un justo reclamo
La provincia de Misiones es actualmente la novena con más habitantes de la Argentina, por delante se encuentran Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mendoza, Tucumán, Salta y Entre Ríos. Sin embargo, contra toda lógica, a la hora del reparto de una Coparticipación cada vez más discrecional se ubica en el puesto 21, entre 24 jurisdicciones.
Tomando como ejemplo el año 2017, Misiones recibía por mes una suma de $10.321 por cada misionero en concepto de Coparticipación Federal de impuestos, lo que la ubicaba en el puesto 19 en la tabla de reparto con una población que apenas superaba el millón doscientos mil habitantes. Actualmente, la provincia recibe $10.010 por cada habitante por mes, con una población de 1.400.000 habitantes, según estimaciones de organismos oficiales. De esta forma, además de la disminución en los fondos que recibe, pasó al puesto 21.
Si bien los datos finales del Censo 2022 no fueron oficializados, el Gobierno ya tiene estimaciones de lo que puede arrojar en número de habitantes, lo que da fundamentos válidos respecto a la necesidad de recibir más recursos para atender diversas cuestiones como vivienda, educación, servicio de salud, seguridad, obras públicas, entre otras.
Ante esta situación de creciente desigualdad e injusticia en el reparto de fondos provenientes de la Coparticipación de impuestos, el Gobierno misionero ha elaborado un informe que será elevado al Congreso de la Nación y al Poder Ejecutivo Nacional, con sólidos fundamentos de que Misiones debe recibir, por lo menos, un punto más en concepto de Coparticipación debido al aumento demográfico, que es superior al de las otras 23 jurisdicciones. De esta forma, el porcentaje pasaría del 3,43% al 4,43%.
En ese sentido, en declaraciones brindadas al diario Primera Edición, el Ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, manifestó que “a Misiones le corresponde, por lo menos, un punto más de coparticipación. Eso equivale a $4.000 millones más por mes”. Y agregó: “con esa readecuación nos ubicaríamos del puesto 21 al puesto 15, que es un acercamiento a lo que merecemos”. Asimismo, destacó que los datos del nuevo censo van a profundizar la desigualdad y dará fundamentos concretos a la provincia para intensificar el reclamo por mejorar la coparticipación.
Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Posgrado de Especialización en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer y del Centro de Análisis y Entrenamiento Político – CAEP (Colombia).
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