“En salud mental no hay vacunas. En salud mental hay acciones. Y el Estado trabaja en una una recuperación integral de la sociedad en todas las dimensiones, también la emocional y psicológica porque durante la pandemia se generó estrés, ansiedades, miedo y mucho sufrimiento”, dijo el presidente Alberto Fernández en la presentación de la Estrategia Federal de Abordaje Integral de la Salud Mental que se hizo en el Hospital Nacional en Red Laura Bonaparte, centro de referencia nacional para esa problemática en el país.
Y hablaba de lo que dejó la pandemia ya no en el cuerpo, sino en el alma.
“La salud mental fue durante muchos años un tema tabú. Cada persona tiene que saber que no está sola y no podemos hacer más oídos sordos a ese problema”, afirmó en un discurso en el que aclaró que dada su seriedad no iba a improvisar, sino a leer.
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Más de mitad de la población argentina manifestó haber sentido algún padecimiento psíquico durante la pandemia, según los resultados preliminares de una serie de investigaciones sobre salud mental y coronavirus que está haciendo el Conicet, confirmó a Télam una alta fuente de Casa Rosada.
Lo que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, define como “padecimientos inespecíficos e incertidumbre”. Por eso, Fernández hace tiempo le encargó al ministerio de Salud que articule con otros ministerios y con las provincias lo que este lunes se presentó como una política de Estado para la que el ministerio de Salud va a contar con 4.000 millones de pesos extra, el doble de dinero previsto para el área.
Los principales ejes
El plan es ambicioso y no tiene un tiempo definido de concreción, pero la idea es ir avanzando todo lo que se pueda.
Uno de sus objetivos es lograr que todos los hospitales del país tengan guardias en salud mental las 24 horas.
Otro, que se capacite –como se hizo con la ley Micaela– a los diferentes agentes del Estado sobre la Ley de Salud Mental para las personas que tienen esta problemática dejen de ser estigmatizados por la sociedad..
También se prevé la creación de 2000 Viviendas Asistidas, cedidas por el ministerio de Desarrollo Social y Hábitat para que las personas que salen de una internación y no tienen a dónde ir puedan pasar un tiempo allí y que luego intervenga el ministerio de Trabajo para ayudarlas a conseguir un trabajo y la ampliación del sistema de la red asistencial por Telemedicina para hacer interconsultas en el abordaje de casos complejos en las provincias que convenien con la estrategia, entre muchos otros puntos importantes.
El desafío de la formación
Pero hay más: La Estrategia Federal de abordaje Integral de la Salud mental que presentaron la ministra de Salud Carla Vizzotti y el Presidente prevé la implementación de las Residencias Interdisciplinarias en Salud Mental (RISAM) en 12 provincias que no las tienen, la creación de la especialidad en Salud Mental Comunitaria, la entrega de Botiquines REMEDIAR SALUD MENTAL en una primera etapa en 350 efectores de atención primaria que contengan psicotrópicos (ahora ahora eso no ocurría).
Líneas telefónicas
También se va a trabajar para que se cree una línea específica 0800 para que pueda llamar una persona que esté en una crisis. Esa línea se sumará a las que funcionan hoy día.
La del Hospital Bonaparte, por ejemplo, antes de la pandemia era sólo informativa. Desde la pandemia se saldaron las dudas e inquietudes de los que llamaban para saber qué hacer si tenían síntomas o habían contraído el virus y ahora que la pandemia está cediendo, la idea es que funcione 24 horas para atender a cualquier persona que llame con una crisis emocional.
Cabe destacar que Argentina no es original: la Organización Mundial de la Salud (OMS) habla del malestar social consecuencia de la pandemia. Esto es, un impacto multidimensional al que no es ajena la salud mental y del que hay que intentar recuperarse.
Que deje de ser un tabú
Si la salud mental es un tabú, el suicidio lo es aún más. Pero es un error no hablar del tema, sobre todo teniendo en cuenta que la Argentina cuenta con la Ley de prevención de suicidios. La idea es asistir a las provincias para fortalecer su implementación.
También se estipula la creación de espacios de acompañamiento profesional en el primer nivel de atención para el abordaje integral al colectivo de salud mental al colectivo LGBTIQ+.
Y es clave que los consumos problemáticos tengan más lugares para ser tratados: para eso es clave el fortalecimiento de la red asistencial.
Claro que todo está sujeto a que trabajen en conjunto los ministerios y las provincias. Pero altas fuentes del ministerio de Salud dijeron a Télam que hay muy buena voluntad para implementar estos cambios, aprovechando la dinámica de interacción permanente y articulación a la que obligó la pandemia.
El tiempo dirá cuánto se avanza y el ministerio se ocupará de informar qué provincias se suman a la propuesta.
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