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Con la cabeza en todos lados. La foto de la palomita de Javier Correa es la síntesis perfecta de lo que hoy vive Racing. Se tira con todo a la Copa de la Liga, la Copa Sudamericana y también a la Copa Argentina. El equipo de Fernando Gago vive en un gol eterno.
Como si ese centro pinchado de Fabricio Domínguez y el salto al aire del cordobés se repitiera en un bucle en todo lo que va de este 2022. Con el 2-0 ante Cuiabá, la Academia llegó a los ocho triunfos al hilo y quedó a sólo uno del récord histórico de nueve, que data de 1967. La del miércoles fue una victoria de las importantes, porque en duelo de líder del grupo de Copa Sudamericana se impuso de principio a fin y quedó como único puntero, tal como sucede también en el ámbito local.
Da gusto ver jugar al equipo de Pintita. Uno que ejecuta a la perfección lo que pregona su técnico. Cuiabá se vio desbordado desde la velocidad física y mental de los jugadores de Racing.
Todos, en prácticamente todas las jugadas, tocaron a uno o dos toques. Cada vez que un brasileño llegaba a fijar marca la pelota ya estaba en otro sector de la cancha. De 90 minutos, los primeros 80 se vio a un equipo verde corriendo literalmente atrás de pelota. Y los últimos 10 fueron más por los cambios y afloje de la Academia que por capacidad de la visita.
Gago y su pequeña rotación
Desde el arranque, la pequeña rotación que hizo Gago no desgastó la base. El DT es partidario de apenas hacer un par de cambios por juego y así presentar siempre equipos fuertes. Ahora les dio descanso a Enzo Copetti y Tomás Chancalay. ¿Qué pasó? Javier Correa y Fabricio Domínguez, sus reemplazados, fueron lo mejor de la cancha.
Acá radica otra clave de por qué la Academia es protagonista de todo lo que juega. Tiene más de 11 titulares. Son 15 o 16 los jugadores que van rotando permanentemente, aunque claro que algunos pesados como Sigali o Miranda son tan indispensables como indiscutidos.
Es tan bueno lo de Racing que en estos momentos tiene dos centrodelanteros que se pelean por ver quién hace más goles. Gago, pretemporada mediante, logró que dos resistidos como Copetti y Correa pasen a estar en llamas. Javier sigue metiéndole presión al Tanque.
En la primera que tuvo, la mandó a guardar con esa palomita a los 27 minutos del primer tiempo tras el centro de Fabricio, una máquina de encarar y ganar los duelos individuales jugando como extremo.
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Racing tardó en liquidar el partido
Si hay que encontrarle algún defecto a la Academia es que dejó en partido a Cuiabá hasta los 20 minutos del ST. Con un control total, apenas ganaba por la mínima, aunque haciendo también figura a Joao Carlos, arquero de la visita.
Había gusto a poco hasta que llegó la avivada de Carlos Alcaraz y el alivio. El juvenil, ya experto en pelota parada, se apuró a ejecutar un tiro libre al palo del arquero. La bola dio en el caño, pegó en la nuca del arquero y se metió para el festejo total. De ahí en más fue fiesta y locura.
El sábado, Unión intentará interrumpir a un equipo que hoy es un avión.
Un titular de la Selección Argentina podría emigrar a Españahttps://t.co/3detAaSrD0
— misionesonline.net (@misionesonline) April 14, 2022
Fuente: Olé
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