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Todo iba a pasar casi desapercibido o en todo caso, sin demasiadas connotaciones. “Muy buena reunión con amigos y amigas del Alto Uruguay, seguimos construyendo una alternativa para nuestra querida Misiones. Gracias por acompañarnos, Juan Francisco Nosiglia”, mencionó en sus redes sociales, el diputado provincial de la UCR, Ariel “Pepe” Pianesi, debajo de una foto donde posaban varios dirigentes del mismo partido. Sin embargo, fue el invitado “especial”, el que dio más detalles del encuentro.
“Hoy recordamos un nuevo aniversario de la partida de Arturo Illia en una muy buena reunión en San Vicente-Misiones, con dirigentes de la UCR de Posadas y el Alto Uruguay”, publicó Juan Francisco Nosiglia, junto a la misma foto que mostró Pianesi, pero con un bonus track: Otra imagen con un cartel de la UNAU de fondo.
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Todo ocurrió el pasado 18 de enero, oportunidad en la que Juan Francisco Nosiglia, hijo del histórico dirigente radical nacido en Apóstoles, Enrique “Coti” Nosiglia, desembarcó en San Vicente, invitado por Pianesi, para una reunión con referentes del centenario partido en la provincia y, en algunos casos, ostentando cargos en la Universidad Nacional del Alto Uruguay.
En la foto con el cartel de la UNAU de fondo, se puede observar al concejal de Posadas, Francisco Fonseca; a Santiago Larrea, secretario general de la UNAU y pareja de la hermana de Pepe Pianesi y al recientemente electo concejal por Posadas, Santiago Koch, quien cumple el rol de secretario legal y técnico de la UNAU.
La imagen que rápidamente se viralizó, reflotó los cuestionamientos que hace años tiene la conducción de la Universidad emplazada en San Vicente. Los vecinos aseguran que el lugar es utilizado como un búnker político y como caja para financiar campañas.
En octubre del año pasado, Misiones Online recogió testimonios de vecinos de San Vicente quienes denunciaron que nadie de la ciudad tiene una voz dentro del ámbito universitario, que se encuentra cooptado por el radicalismo, desde la época del gobierno de Mauricio Macri como presidente.
La Universidad Nacional del Alto Uruguay es un proyecto cuyo ideólogo, el ingeniero Rubén Salazar de San Vicente, tampoco forma parte de la conducción o asesoramiento en cuestiones edilicias o pedagógicas.
El 10 de diciembre de 2014 se sancionó la ley que creó la Universidad Nacional del Alto Uruguay, con sede central en San Vicente “siendo éste el lugar de asiento de sus autoridades centrales” dice el texto de la norma promulgada el 6 de enero de 2015.
Entre los considerandos de la ley se aclara que la oferta académica no debe superponerse con la de otras casas de altos estudios instaladas en el territorio provincial, “adecuando los programas y las currículas de estudio a un perfil específico vinculado a las características socioeconómicas y culturales del distrito en particular y de la región en general”.
Estas dos situaciones son las que cuestionan en la localidad. “El jefe de Gendarmería tiene que vivir en la ciudad, tener contacto con los vecinos, palpar la realidad de la comunidad, los que manejan la UNAU parece que no”, aseguran.
En ese sentido, por ley, el domicilio de la UNAU es en San Vicente y sus autoridades centrales deben residir en la localidad. Según la denuncia de los vecinos, los miembros del rectorado, casi todos con residencia en Posadas, no tienen un compromiso real con la sociedad y la universidad porque deben viajar todos los días no se ve resultados.
Otro de los temas que siguen bajo el cuestionamiento de la sociedad sanvicentina tiene que ver con la primera asamblea universitaria, esa que designó a Magno Ibañez como rector.
Los vecinos aseguran que hubo fraude (hay una denuncia de un alumno en la justicia federal) y que la asamblea estudiantil fue manipulada. “Los estudiantes no tuvieron acceso libre porque había solo una lista y eran votantes, fiscalizadores y candidatos”, aseguran.
Desde la localidad aseguraron que la primera asamblea no tuvo representantes ni de San Vicente, ni de las localidades del Alto Uruguay que tanto hicieron para tener su universidad. Los denunciantes aseguraron que la asamblea fue armada con personas llegadas desde Posadas, con una duración de 40 minutos.
Hay creciente malestar en la comunidad sanvicentina por esta situación. Incluso hay docentes y directivos independientes, que no pertenecen al partido, que están esperando la decisión de la Nación de realizar una auditoría en la Universidad para “destapar la olla de desmanejo”, contratos, reparto de cargos y pauta publicitaria. Creen que en los últimos años hubo un vaciamiento de cientos de millones que se desconoce el destino.
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