El presidente Alberto Fernández aseguró hoy que “la Corte Suprema de Justicia tiene un problema de funcionamiento muy serio” y consideró que, a su entender, “el servicio de Justicia funciona mal no para una ex Vicepresidente o un Presidente, sino para los ciudadanos”.
En ese sentido, el primer mandatario cuestionó que “la Corte sólo tuvo velocidad para actuar en algunos casos” y puso como ejemplo “¿Cuánto tardó en aceptar un per saltum en el caso de Bruglia y Bertuzzi? El funcionamiento del máximo tribunal es llamativo, sin dudas”, insistió. En declaraciones a Radio 750, Fernández dijo que “la Justicia parece ser un coto cerrado para la oposición; cada vez que uno habla de la Justicia reaccionan de un modo increíble”.
Entre las críticas que mencionó el presidente, puso como ejemplo la situación judicial que enfrenta Milagro Sala, la activista social que está detenida en Jujuy por una serie de delitos que comprobó la Justicia y que atravesaron varias instancias de revisión en la Justicia, entre ellas, también, la Corte Suprema. “Hay algo que está funcionando mal, que hoy Milagro Sala esté detenida es que hay algo que está funcionando mal”, interpretó Alberto Fernández.
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“Quiero ser respetuoso de las instituciones, pero también soy un hombre que respeta el estado de derecho y que entiende que la Justicia es uno de los tres poderes de la República”, prosiguió el jefe de Estado. Además, contrastó la situación actual de la cabeza del Poder Judicial con la reforma realizada por el primer gobierno kirchnerista: “Nosotros no buscamos jueces que fueran afines a nosotros. Así llegaron Elena Highton, (Ricardo) Lorenzetti, (Raúl) Zaffaroni, Carmen Argibay, que fue tan importante, y se quedaron inclusive tres miembros que merecían todo nuestro respeto, que eran (Augusto) Belluscio, (Enrique) Petracchi y Carlos Fayt. A mí me parece que desde el momento que el gobierno de Macri propuso nombrar en comisión a dos jueces de la Corte, empezó a degradarse la credibilidad. Cuando uno mira el funcionamiento actual, el tema es muy preocupante”.
Además, defendió su intención de promover un debate sobre el estado de situación de la Justicia: “Lo que yo proponía nada tiene que ver con Cristina (Kirchner). La Corte Suprema jamás trató una queja de las 14 que Cristina presentó, jamás. Cuando la justicia funciona mal, no es que funciona mal para un ex presidente o ex ministro, funciona mal para los ciudadanos. Cuando los despiden y hacen un juicio, si la Justicia no funciona bien, pierden. El problema de la Justicia es muy agudo y por eso hay que asumirlo, para que funcione como lo que es, un servicio”.
En esa línea, cargó contra la sentencia que declaró inconstitucional la conformación kirchnerista del Consejo de la Magistratura, decisión a la que calificó como “asombrosa” desde lo jurídico. “Un alumno de primer año sabe que una ley que ha sido derogada no puede nunca recuperar su utilidad por una sentencia. Necesita otra ley que la vuelva a poner en vigencia. Aquí la Corte hizo eso, dijo: ‘Declaro inconstitucional esta ley y por lo tanto dejo vigente la que el mismo Congreso derogó’. Esto es, en términos jurídicos… voy a utilizar la palabra asombroso para ser generoso”.
Las declaraciones del presidente reiteran así las críticas que viene planteando sobre el máximo tribunal durante su mandato y que se vieron renovadas por declaraciones de funcionarios que en las últimas horas incluso respaldaron una movilización contra el Poder Judicial.
En la misma entrevista con la periodista Nora Veiras, Alberto Fernández cuestionó a un sector de la oposición por su rechazo a la negociación que mantiene el gobierno nacional con el Fondo Monetario por la deuda de 44 mil millones de dólares que heredó de la gestión de Mauricio Macri. Al igual que con el tema de la Corte y la Justicia, Alberto Fernández responsabilizó a un sector de Juntos por el Cambio sobre el estado en el que se encuentra la Justicia.
El caso de la Gestapo contra sindicalistas
Alberto Fernández rechazó también los argumentos esgrimidos por María Eugenia Vidal sobre la reunión donde un ex ministro suyo habló de crear una “Gestapo” para perseguir sindicalistas y dijo que “es un delito utilizar la maquinaria del Estado para volcarla en perjuicio de una persona y construir las razones para poder detenerla”. Al respecto, señaló que “es muy preocupante que haya mandado a un ministro y a un intendente a reunirse con agentes de inteligencia y empresarios para inventar la manera de meter preso a un sindicalista” y dijo que si para Vidal “eso es una acción institucional, yo me rindo”.
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