El caso de Rubén Darío Biasoni, más conocido como “El Chacal” de Santa Fe, se volvió cada vez más escalofriante: fue detenido en 2015 acusado de violar a las hijas de su pareja cuando éstas tenían 13 y 14 años y anotaba lo que les hacía en un diario.
Este viernes, un tribunal integrado por los jueces Gonzalo Basualdo, Martín Gauna Chapero y Gustavo Gon tendrá que decidir si es culpable o inocente. Más de 40 testigos pasaron por el debate que intentó probar los abusos sufridos por las víctimas desde que tenían 13 y 14 años. En los alegatos finales, el querellante pidió 11 años y 10 meses de prisión, la defensa la absolución y la fiscalía 21 años y 10 meses de cumplimiento efectivo.
Dentro de las pruebas encontradas, un allanamiento en el domicilio de Biasoni, los investigadores encontraron un diario en el que éste llevaba un registro de las violaciones y a su vez contaba lo que les hacía. “Le eché dos polvos a…”, “le eché un polvo a…”, había escrito junto al nombre de la víctima, fecha en la que ocurrió el abuso y cantidad de veces que lo hizo.
Al llegar este cuaderno a las manos del fiscal Aldo Gerosa, le pidieron una “explicación” a Biasoni y éste respondió con algo insólito. Reconoció que era su letra, pero dijo que allí decía “pollo” y no “polvo”.
“Explíquenme como le echan un pollo a una persona”, apuntó Gerosa al juez. “Es un personaje como hemos visto pocos en esta ciudad y en esta región, al menos desde que comenzó el nuevo sistema procesal, peligroso para las víctimas, para él y para terceros, porque no mide la consecuencia de lo que hace, porque le da placer lastimar a los demás…”, siguió argumentando.
Fuente: Minuto Uno
Buenos Aires | Un empresario que violó a sus cuatro hijas fue condenado a 50 años de prisión
Un empresario de Morón fue condenado este jueves a 50 años de prisión por violar a sus cuatro hijas desde que iban al jardín de infantes. Se trata de un fallo sin precedentes, ya que la Justicia le aplicó la pena máxima establecida en el Código Penal.
Se trata de Alejandro Rosario Manuel Leguizamón, dueño de una fábrica de membranas, que también fue denunciado por ejercer violencia física y psicológica contra las víctimas y su esposa y en su defensa argumentó un tibio: “A veces se me iba la mano”. Su abogado defensor había pedido la absolución.
Las cuatro hermanas, que ahora tienen 27, 29, 30 y 32 años, se abrazaron emocionadas y lloraron en silencio un largo rato después de escuchar el fallo, según el cual su padre seguirá cumpliendo su pena en la Unidad 39 de Ituzaingó. “Esto es empezar a vivir, porque yo no sé lo que es una vida sin violencia. Recién ahora estoy empezando a hacer lo que quiero para mi vida, y es lo que le quiero enseñar a mi hija”, sostuvo cuando se recompuso la mayor de las mujeres en uno de los pasillos de los Tribunales.
En diálogo con Clarín, sus hermanas se expresaron en el mismo sentido que ella. “Paz”, “Que empieza una nueva vida”, “Que volvimos a nacer”, fueron algunas de las sensaciones que manifestaron las denunciantes tras escuchar la condena. “Teníamos miedo. Miedo de que recibiera una pena menor, y de volver a verlo”, explicó una de ellas.
Abuso infantil | La nueva función de Apple podría escanear imágenes de los iPhone para detectar contenido ilegalhttps://t.co/jM09rD3oYw
— misionesonline.net (@misionesonline) August 6, 2021
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