La escasez de microchips agrava la situación de la industria automotriz a nivel mundial. A esto se le suma que la variante delta de coronavirus estrechó aún más la soga sobre la cadena de suministro lo que se tradujo en un problema de escasez de materias primas y otros componentes tecnológicos.
En las últimas horas se conoció que Toyota se vio obligada a recortar su producción a nivel mundial prevista para septiembre en un 40% con respecto a su plan anterior, según reveló el diario Asia Nikkei. En concreto, Toyota había previsto fabricar un poco menos de 900.000 vehículos en septiembre, pero ha reducido el objetivo a a unos 500.000, según datos del mismo medio.
Pese a que Toyota no ha confirmado las cifras, un representante de la empresas señaló a Reuters que están analizando el informe sobre los objetivos de producción para adaptarse al escenario actual.
Durante su presentación de resultados trimestrales a principios de mes, la compañía ya advirtió que se enfrentaba a un entorno empresarial impredecible debido a los nuevos casos en las economías emergentes, la escasez de semiconductores y el alza de los precios de los materiales, aunque entonces mantuvo sus expectativas de producción. Pero el escenario es similar para todo el sector.
Volkswagen también anunció que estudia recortar la producción. El fabricante alemán señaló la escasez en falta de microchips. Aún así, espera que la situación mejore para fin de año y apunta a compensar el déficit de producción en la segunda mitad en la medida de lo posible.
En julio la industria creció casi 4% y los sectores más golpeados por la pandemia comienzan a recuperarse https://t.co/jM3LLuBKIU
— misionesonline.net (@misionesonline) August 18, 2021
A principios de este año, el consenso de la industria automovilística calculaba que la escasez de microchips se reduciría en la segunda mitad de este año. Ahora, algunos ejecutivos creen que la situación se alargará hasta el año que viene. Según cálculos del sector, la industria del automóvil podría perder este año cerca de 60.000 millones de dólares por culpa de estos problemas de suministro.
El problema es que la capacidad de transporte por vía marítima es muy limitada y no alcanza para cubrir la demanda embalsada por culpa de la crisis sanitaria. Por eso, se están disparando los costes de materias primas clave, como el acero.
Renault también había suspendido en el mes de mayo su producción en Brasil por diez días a raíz de esta situación. Según un relevamiento de Boston Consulting Group (BCG), este año el sector tuvo pérdidas en producción de entre 5 a 7 millones de vehículos.
Solo en América del Sur, detallaron, 162 000 ejemplares dejaron de fabricarse por este inconveniente durante el primer semestre del año. De ese total 130 000 corresponde a Brasil, según estimaciones oficiales de ese país, ya que Brasil es el responsable del 80% de la producción automotriz de la región.
La experiencia de TESLA
Tesla logró eludir la escasez reescribiendo parte del software de sus coches para admitir semiconductores alternativos. El CEO de Tesla, Elon Musk, brindó los detalles en la presentación de resultados financieros de la compañía. «Pudimos usar chips alternativos y reescribir el firmware en cuestión de semanas», dijo el ejecutivo. “No se trata solo de cambiar un chip; también tienes que reescribir el software», añadió.
Gracias a este movimiento, Tesla logró mantener sus altos niveles de producción. En este sentido, Elon Musk dijo que la tasa de crecimiento del resto del año estará determinada por el suministro de semiconductores.
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