El Ing. Enrique Gandolla, integrante de la Red Misionera de Agua, comentó que el trabajo que realiza la Red en conjunto con otras instituciones provinciales y nacionales es fundamental para el cuidado y la preservación de los cursos de agua de la provincia. A su vez contó cuáles son las acciones que se pueden llevar a cabo para cuidarlos.
La Red Misionera de Agua es un espacio de articulación al cual se han integrado muchas instituciones con el propósito de aportar a un proceso de «incorporación» del agua en el desarrollo sustentable de las áreas rurales, explicó Gandolla. «La Red como tal no es ejecutora, sino que promueve, apoya e impulsa dando herramientas teóricas y prácticas para las actividades que se llevan a cabo».
La protección de cuencas y vertientes de agua es una problemática prioritaria para la institución, que incentiva la puesta en acción de programas de gestión y apuesta por la reducción de los efectos negativos que las actividades humanas tienen sobre los cursos de agua.
Actualmente la sequía es un fenómeno natural que trae complicaciones en la disponibilidad de agua de todo el territorio misionero. «Hay muchas localidades que están teniendo problemas», sostuvo Gandolla.
En este sentido, comentó que el foco está puesto sobre algunos puntos tales como la cuenca del Guavirá, cerca del municipio de Dos Hermanas; «esta cuenca fue adoptada como área de estudios porque es representativa de una zona que manifiesta cambios significativos en lo que respecta a usos del suelo». En ésta se trabaja en conjunto desde la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, el Instituto del Suelo, y el Ministerio de Ecología.
Cómo cuidar los cursos de agua
Según el Ingeniero Enrique Gandolla una acción que se puede llevar a cabo para cuidar los cursos de agua tiene que ver con evitar todas las actividades que podrían derivar en contaminación. Entre estas enumeró la contaminación producida por la crianza de animales, contaminación por el vertido de fluentes líquidos o sólidos.
Evitar los desmontes y la deforestación es otra acción que se puede realizar para cuidar las cuencas y las vertientes, ya que la cobertura vegetal de los márgenes de los cursos de agua funcionan a modo de filtro, y la calidad del agua depende de la existencia de esta. Lo mismo podría aplicarse para las corrientes de agua mayores.
«Tanto para la infiltración del agua que alimenta las vertientes como para su calidad la presencia de una cobertura vegetal es importante», recalcó Gandolla.
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