Buscan jóvenes extranjeros de entre 30 y 40 años que quieran infiltrarse en las fiestas clandestinas de Ibiza con el objetivo de acabar con esta actividad ilegal.
El Consejo de Ibiza prepara la contratación de jóvenes de este perfil que se muevan de manera encubierta en los circuitos donde se organizan esta tipo de actividades para saber dónde se van a celebrar y poder abortarlas de forma preventiva. La recompensa es un sueldo.
Con las discotecas de Ibiza cerradas desde hace más de un año por la pandemia, cientos de jóvenes residentes y turistas tratan de sortear cada día la prohibición de no celebrar fiestas y han trasladado esta actividad a viviendas, donde la policía no puede acceder por la inviolabilidad del domicilio.
No hay día en el que no se detecte una fiesta en algunas de las muchas viviendas diseminadas por el campo ibicenco, que se han convertido en auténticas discotecas itinerantes, con pago de entrada, disc-jockeys de alto nivel, transporte concertado, bebidas y servicios de seguridad.
Ante las dificultades que están teniendo las policías locales para atajar estas prácticas debido al temor a recibir una denuncia por allanamiento de morada, el Consejo de Ibiza pondrá en marcha este plan piloto durante el mes de agosto para infiltrar jóvenes extranjeros en los circuitos donde se preparan estas actividades ilegales.
El vicepresidente del Consejo, Mariano Juan Colomar, explica que el objetivo de estos rastreadores será detectar la fiesta por anticipado para desarticularla antes de que sea un peligro sanitario. Se pretende que estos “rastreadores”, como los llama Juan Colomar, se infiltren como clientes en las fiestas y recaben pruebas para que después pueda acceder la policía por incumplimiento de las normativas covid y de actividades, y aprobar así sanciones.
El plan piloto se iniciará en unos días y el vicepresidente asegura que prefiere no dar más detalles porque el éxito de esta iniciativa radica en que se haga con discreción. El plan se desarrollará durante este mes de agosto y en septiembre se hará un balance sobre las posibilidad de extender su aplicación a partir del año que viene.
El vicepresidente ibicenco asegura que «Este es un modelo de negocio pirata que ha venido para quedarse y hay que aprender a combatirlo con nuevas herramientas».
En medio del rebrote que afecta a Islas Baleares (y a todo el país), Ibiza es el lugar que más preocupa, indicó la consejera de Salud del Gobierno balear, Patricia Gómez Picard, ya que la gran cantidad de turistas contribuye, entre otros factores, al aumento de casos.
Fuente: La Vanguardia
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