Como si se tratara de estudiantes poco aplicados en la víspera de un examen, el “dead line” para presentar las listas de precandidatos que competirán en las PASO del 12 de septiembre sorprendió a los frentes opositores en Misiones con los deberes a medio hacer. Sin liderazgos ni proyectos que aglutinen, imperó la lógica de la disputa por el cargo y la fragmentación fue el resultado inevitable.
Lo contrario ocurrió dentro del oficialismo provincial, que hace más de una semana tiene confirmada una lista que cuenta con el consenso de los 31 partidos que integran el frente y que está encabezada por el médico e intendente de Oberá, Carlos Fernández, a quien siguen en orden de aparición: Claudia Gauto, presidente del Parque del Conocimiento, y Fernando Meza, concejal posadeño.
Más allá de las candidaturas, este espacio presenta como principal argumento el proyecto provincialista que sostiene la renovación en oposición a la adhesión lineal a esquemas nacionales que proponen los demás frentes. La gestión del gobernador Herrera Ahuad y la conducción política del presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, son el respaldo más sólido de esa nómina.
A la oposición le queda el arduo trabajo de competir contra un oficialismo cohesionado y con objetivos claros y esta vez lo deberán hacer sin la ayuda extra de figuras nacionales que traccionen sus boletas. Deberán hacerlo además en un contexto de fragmentación. Ante la ausencia de candidatos naturales que se impongan por propuestas, por trayectoria o por carisma, todos se animan a postularse.
En Juntos por el Cambio ya estaban resignados a tener una interna entre los tres partidos que lo integran, pero a la postre ni siquiera eso se logró. Por la UCR y el PRO se anotaron dos listas y otra por el movimiento Activar.
Con el sello del centenario partido competirá la nómina encabezada por el concejal posadeño Martín Arjol, el elegido por amplia mayoría en la convención partidaria realizada en Campo Grande, y otra que propone al diputado provincial eldoradense Gustavo González quien se anotó desafiando el mandato emanado por dicha convención.
En esa interna Arjol es el candidato orgánico, el que transitó el camino del acuerdo intrapartidario y por ello el que tiene el respaldo de la estructura de la UCR. González también intentó ir por esa vía pero se llevó una cómoda derrota en la convención, prefirió no asumir el fracaso y se presentó igual.
Desde la conducción del Comité Provincia del radicalismo emitieron un comunicado en el cual advertían que la lista de ese partido era la encabezada por Arjol y amenazaron con aplicar sanciones disciplinarias contra González, que a su vez amenazó con recurrir a la justicia para sostener su candidatura.
Dentro de la UCR hay disconformidad con el eldoradense, que se caracterizó por sus pobres performances electorales cada vez que le tocó encabezar una boleta, porque entienden que su candidatura no tiene chances reales y solo servirá para dividir al voto radical en beneficio de los demás partidos que componen Juntos por el Cambio.
Por lo bajo hablan de un acercamiento de González con el neopuertismo, sospecha alimentada por la presencia de candidatos de origen puertista en la lista del radical rebelde.
El Pro tampoco consiguió cerrar filas. Con el respaldo del senador Humberto Schiavoni competirá una lista encabezada por Martín Göerling, quien se desempeñara hasta el año pasado como director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) sucediendo al mencionado Schiavoni.
Por el mismo espacio también se anotó Walter Kunz, cercano al diputado nacional Alfredo Schiavoni y ex director nacional de Programas y Proyectos para la Agricultura Familiar, lugar desde el que promocionó el cultivo de maíz transgénico en Misiones, lo que en su momento generó una polémica por el impacto ambiental que eso podría ocasionar.
La quinta lista anotada dentro del Frente Juntos por el Cambio es la que encabeza el principal referente de Activar Misiones, Pedro Puerta, hijo del exgobernador Federico Ramón. El joven apostoleño sorprendió por la buena performance alcanzada en las PASO de 2019, cuando perdió por escaso margen de votos contra el candidato del Pro Alfredo Schiavoni y dejó en el tercer lugar a la lista que encabezaba el presidente de la UCR, Ricardo Andersen.
Las chances de Puerta en estas elecciones son una verdadera incógnita dado que luego de su buena participación en 2019 prácticamente se mantuvo al margen de la escena de la política provincial.
El Frente de Todos tampoco logró evitar la fragmentación e irá a las PASO con tres listas. La pata que representa al kirchnerismo duro presentó una nómina encabezada por el exrector de la UNaM, Javier Gortari, quien se presenta como “el candidato de Alberto y Cristina” y cuenta con el respaldo de La Cámpora.
La fractura del PAyS, el otro socio mayoritario dentro del Frente de Todos en Misiones, quedó en evidencia con la presentación de dos listas: una encabezada por el diputado provincial Isaac Lenguaza y respaldada por el diputado nacional Héctor Cacho Bárbaro y la otra que promueve la candidatura de la dirigente social Graciela Melo, secundada por el diputado provincial y referente del Movimiento Evita, Martín Sereno, quien hasta hace poco fuera escudero de Bárbaro, antes de que estallara una disputa entre ambos con duras acusaciones cruzadas.
Proyectos enfrentados
Más allá de las candidaturas y de la unidad de la renovación frente a la fragmentación casi anárquica de la oposición, lo que estará en disputa primero en las Paso de septiembre y luego en las generales de noviembre son dos formas bien diferenciadas de practicar la política.
Por el lado de la renovación, la propuesta es sostener una identidad y un proyecto propios que trasciendan las administraciones nacionales. Desde este espacio están convencidos de que mantener una conducción independiente de los desprestigiados espacios políticos de escala nacional es condición necesaria para poder orientar la gestión en defensa exclusiva de los intereses de la provincia.
Entienden además que el hecho de no estar atados por mandato partidario ni al Gobierno nacional ni a la oposición, les brinda a los diputados nacionales renovadores una oportunidad de negociar beneficios para Misiones en cada votación del Congreso.
Aunque difieren en su ideología, los dos principales frentes opositores en Misiones coinciden en algo: ambos proponen una receta totalmente opuesta a la de la renovación. Militan el alineamiento a armados nacionales de dudosa convicción federalista que bajan instrucciones desde Buenos Aires.
Misiones y Corrientes: modelos y resultados
La polémica por el cobro de una tasa que grava el ingreso de rollos de madera a la provincia volvió a agitar las comparaciones entre Misiones y Corrientes, provincias que aplican políticas diferentes para promover el desarrollo de sus economías.
La mencionada tasa comenzó a cobrarse no con un criterio recaudatorio sino como una medida compensatoria en respuesta a forestadores misioneros que deben competir con la oferta de madera barata que llega de la vecina provincia.
Corrientes es la jurisdicción con mayor superficie de bosques cultivados, principalmente pino y eucaliptus, pero no alcanzó el desarrollo industrial necesario para aprovechar la materia prima que todos los años producen esas plantaciones.
El modelo de bajos impuestos que viene impulsando esa provincia para atraer inversiones resultó contraproducente porque le impidió contar con los recursos necesarios para desarrollar la infraestructura necesaria, especialmente en materia de energía y caminos, para la instalación de plantas industriales en vastas zonas de su territorio.
Según datos del Censo Nacional de Aserraderos realizado en 2015, Misiones duplica a Corrientes en cantidad de aserraderos, además tiene dos plantas celulósicas y su complejo forestoindustrial emplea al cuádruple de personal.
La consecuencia es que en la vecina provincia sobra madera y como ocurre cuando la oferta supera a la demanda de un producto, los precios se desploman.
Esos rollos que sobran en Corrientes encontraron en la industria misionera un destino habitual. El problema es que su ingreso en grandes cantidades terminó también bajando los precios de la materia prima de este lado del Chimiray, trayendo a Misiones un problema que era de Corrientes y provocando perjuicio económico a los forestadores locales.
Para evitar esa distorsión, se comenzó a cobrar la tasa al ingreso de madera en rollos de otras provincias, lo que generó el previsible rechazo de los propietarios de aserraderos que se beneficiaban con la madera barata de Corrientes.
El episodio sirvió además para reverdecer los pronósticos de quienes hace dos décadas vienen anunciando un inminente vaciamiento de la industria misionera que iría en tropel a instalarse a Corrientes, vaticinio que por mucho que se repita nunca se condice con una realidad que se empeña en contradecirlo.
El mapa muestra a Misiones pegada a Corrientes, pero la realidad exhibe cuadros totalmente diferentes. De un lado comercios a pleno con los niveles más altos de consumo, gastronomía que se desborda todos los fines de semana, actividades productivas como la yerba, el té y la madera atravesando momentos históricos en volúmenes de ventas y precios. Del lado correntino, una provincia que no genera empleo y sufre por la pandemia.
Mientras Misiones se apresta a retomar el lunes el ciclo lectivo con presencialidad plena en la mayor parte de las escuelas, Corrientes –que ya había suspendido las clases por tres semanas en mayo- debió prolongar las vacaciones de invierno debido a la presión que padece el sistema sanitario por la cantidad de contagiados de coronavirus.
Con más de 90 mil contagios, la provincia vecina triplica en ese número a Misiones que mantiene bajo control su situación sanitaria con la mitad de sus camas UTI disponibles.
Misiones encara la pospandemia en un contexto de robusto crecimiento económico y con políticas de Estado orientadas a contener con empleo y ofertas económicas al enorme número de jóvenes que se están preparando en la educación del futuro, con innovación y creatividad.
La Escuela de Robótica, el Silicon, la secundaria de Innovación, Marandú, el Polo Tic, el Parque del Conocimiento, el SIPTED, la Universidad Popular de Misiones, entre otras tantas opciones de aprendizaje le abren la puerta a los jóvenes misioneros para que puedan formarse y luego trabajar en las empresas que se están radicando, cada vez más, en el Parque Industrial de Posadas y en los Parques del Interior.
“Misiones emerge como una singularidad donde está modelando las mentes que van a regir dentro de diez, quince o veinte años”, dijo Carlos Rovira en la apertura del ciclo lectivo en la Escuela de Robótica.
“Tenemos un esquema de trabajo intensísimo en materia de incorporación de inversiones, de Startups, que son los nuevos emprendedores que es otra cultura también para la vieja cultura avanzada en lo extractivo nomás, en la venta de producción primaria. Hoy hay otras realidades en Misiones, la agricultura orgánica, las huertas, la startups tecnológicas. Aparece un polo consolidado desde el turismo acá en Posadas”, remarcó Rovira con la visión siempre un paso más adelante.
Muchas ideas que parecían no entendidas, por algunos, en su momento ahora calan profundo en los esquemas de gestión del Gobierno provincial y los municipios, que ahora ven con nitidez la ventaja de preparar el terreno para el futuro sin descuidar las demandas del presente.
Un dólar que aumenta y otro que no
Un nuevo repunte del dólar blue sirvió como argumento a economistas no tan amigos del gobierno nacional para vaticinar una nueva e inminente hecatombe económica, mientras que desde la vereda opuesta prolifera el optimismo.
A la hora de analizar el comportamiento del dólar, desde el Gobierno nacional miran al oficial, que aumentó menos de 90 centavos en lo que va de julio y hablan de estabilidad, mientras que los analistas más cercanos a la oposición prefieren mirar al blue, que en el mismo lapso aumento 19 pesos y lo relacionan a una presión en el tipo de cambio que desembocaría en una devaluación postelectoral.
Desde el Gobierno atribuyen las oscilaciones del dólar paralelo a maniobras especulativas y consideran que al tratarse en un mercado de poco volumen, no tiene mayor incidencia en la economía.
Remarcan además que gracias al record de exportaciones, el Central cuenta con más de 7.000 millones de dólares de reservas líquidas, que se reforzarán en breve tiempo con los 4.300 millones de dólares que recibirá el país en DEG del FMI.
En el contexto actual una nueva devaluación sería devastadora por el efecto que tendría en la inflación. Esta semana el Indec informó que la canasta básica aumentó 3,2% en junio y una familia tipo necesitó 66.488 pesos para no caer en la pobreza, mientras que la canasta alimentaria subió 3,6%, por encima de la inflación de junioy para sostenerla una familia necesitó 28.413 pesos.
El valor de la canasta básica se incrementó en los últimos doce meses un 51,8% y la alimentaria 57,6%, y se ubican por encima de la inflación en el mismo período, del 50,2%.
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