La creación de las aulas híbridas en la Universidad Católica de Santa Fe, tiene el objetivo de continuar desarrollando las clases en este contexto de pandemia y seguir en marcha con el año académico, a través de la incorporación de tecnología para aulas híbridas en Rosario, Santa Fe, Reconquista, y Posadas.
Esta inversión en aulas híbridas ofrece a docentes y alumnos alternativas que permitan sostener el dictado de clases en las distintas modalidades que pueden darse en un escenario complejo y cambiante como el actual.
Así, buscando atender mejor las posibles combinaciones de presencialidad, virtualidad, actividades sincrónicas y asincrónicas, se encaró el nuevo año con aulas híbridas, las cuales constan de pantallas interactivas y equipos de audio y video para conexión remota.
Estos equipos, además de permitir el trabajo con alumnos de manera presencial y remota en simultáneo, potencian la experiencia de enseñanza y aprendizaje, incentivando tanto a docentes como alumnos a explorar nuevos modos de comunicarse y trabajar.
Por su parte, desde el Sistema Institucional de Educación a Distancia (SIED), se continúa trabajando en el acompañamiento a los docentes para el mejor aprovechamiento de las herramientas buscando que el modelo educativo humanista que caracteriza a la institución pueda manifestarse del mismo modo con la presencia en la virtualidad.
Aulas híbridas para sostener la actividad académica Desarrollar y continuar la presencialidad, en un contexto de restricciones y cumplimiento de protocolos y cuidados es todo un desafío. También es compleja la situación de los distintos grupos, porque como todos sabemos, ante la detección de casos positivos o sospechosos de COVID, se deben aislar e ir vinculando y desvinculando cohortes, lo cual implica un trabajo de logística adicional al que habitualmente la Universidad realiza.
En este sentido, el secretario Académico de la Universidad, Arq. Esteban Tomatis dijo que, “a partir del contacto que se tiene con los alumnos y los docentes que están desarrollando actividades presenciales, se nota la satisfacción de poder, aunque sea, de forma parcial, acceder al contacto personal, a la socialización del contenido, a cuestiones que la virtualidad puede suplir en parte, pero no reemplazar, como el contacto humano”.
Desde ese punto de vista, indicó que es grato el desafío de llevarlo a cabo, “porque si bien, es mucha mayor labor para las facultades, los docentes y los mismos alumnos en cuestiones de restricciones y cuidados, en principio los resultados o la percepción que se tiene, es satisfactoria”.
En esta búsqueda de herramientas que permitan la continuidad de las actividades académicas, Tomatis señaló que “no todo es presencialidad o virtualidad. Entonces, la tecnología de aulas híbridas, lo que permite, es una nueva modalidad que surge en este contexto y permite, a alumnos o docentes que no pueden venir, seguir una clase que está dictando presencial”.
La tecnología de las aulas híbridas consta de un sistema de cámaras, micrófonos y parlantes, que se conectan a través de una aplicación, como Teams o Zoom y que permite interactuar, en tiempo real al docente con los alumnos presentes y con los que no están en el aula. Adicionalmente, algunas aulas constan de una pantalla inteligente que permite reflejar el pizarrón en la computadora o el celular de quienes son están en el aula.
“La Universidad ha invertido en este equipamiento para todas sus sedes, como una posibilidad más dentro de las que cuenta cada carrera. Por supuesto que, como toda tecnología, tiene una cierta curva de aprendizaje, pero la realidad es que las tecnologías son cada vez más intuitivas y resultan más fáciles de aprender, entonces, los que se subieron a este desafío, rápidamente la engancharon y están muy entusiasmados, tanto docentes como alumnos”, mencionó el secretario Académico.
Cabe mencionar que, dentro de este contexto, “debieron plantearse distintas alternativas para las clases, sabiendo que el mundo universitario va hacia ahí. Y la realidad nos demuestra que, más allá del ámbito meramente académico, este tipo de tecnología permite y facilita otras cuestiones, como reuniones de claustro interactivas, reuniones de Consejo Superior y una interacción mucho más fluida con las sedes, que, más allá de que uno quiera, muchas veces está limitada por la distancia. Entonces esto nos acerca y nos conecta desde la virtualidad”, finalizó Tomatis.
Aulas híbridas: experiencia y adaptación
Para la Facultad de Arquitectura, la incorporación de la tecnología de las aulas híbridas permite el desarrollo de las clases en Rosario, Santa Fe y Posadas de manera particular, pero a la vez, abre la posibilidad de interactuar entre los estudiantes y docentes presentes en cada sede. En poco tiempo, también Rafaela contará con este equipamiento.
Pablo Pachoud es vicedecano y docente de la Facultad de Arquitectura en la sede Posadas, y fue uno de los primeros en experimentar este nuevo equipamiento: “El aula híbrida de Arquitectura la usamos con el equipo docente de Arquitectura 1 cuando comenzamos el año académico, que fue de manera 100% virtual. En ese momento, los docentes estábamos en el aula y los alumnos en sus casas. De esa forma pudimos realizar la primera clase de presentación. Hicimos una conferencia por Zoom, en la cual, desde mi computadora proyectaba todo el material y cada uno de los alumnos participaba, escuchaba y veía lo que nosotros estábamos haciendo, tanto en el aula, desde las cámaras, o como desde el Zoom”.
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