Con la rúbrica del acuerdo entre el Ministerio de Educación y la empresa Biofábrica Misiones se inicia una etapa de transferencia de los conocimientos de biotecnologías al sistema educativo específico del ámbito rural. El convenio se conforma de dos partes: por un lado, se dotará de equipamiento de biotecnología a uno de los camiones de la red Aulas Taller Móviles (ATM) con una inversión de 6 millones de pesos que aporta el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), y por otro lado, 40 docentes que se desempeñan en escuelas secundarias con orientación agropecuaria podrán cursar las diplomaturas que se dictarán en la Escuela Superior de Biotecnología Agrícola y Ambiental de Biofábrica.
Sobre el efecto que tendrá el proyecto, el ministro Miguel Sedoff comentó que la “puesta en marcha de un laboratorio de Biotecnología modular en un Aula Taller Móvil acerca la posibilidad de formación a todos los jóvenes de la provincia”.
Por su parte el subsecretario de Educación Técnico Profesional, Gilson Berger, explicó que realizaron las gestiones de los recursos económicos para la adaptación e instalación del laboratorio con el INET. Detalló que el ATM “como es itinerante, recorre toda la provincia. Sumado a los docentes que vamos a formar en las diplomaturas, tendremos la capacidad humana con los conocimientos necesarios para que la escuela pueda ser un multiplicador de la tecnología”.
Postítulos para docentes
El acuerdo se completa con la formación de los docentes en las dos diplomaturas que dictará, desde mayo, la Escuela Superior de Biotecnología Agraria y Ambiental, institución educativa de Biofábrica Misiones. En total, fueron seleccionados 40 educadores de 21 escuelas agropecuarias. Cursarán en una plataforma online, con clases una vez al mes, además de las prácticas en los laboratorios de la empresa.
Mediante esta primera experiencia con los profesionales técnicos de las escuelas, el presidente de Biofábrica, José Cabral, indicó que “la idea es que los docentes luego puedan transferir a los estudiantes, y tengan la capacidad de generar en las propias escuelas los semilleros de cada una de las especies que el productor necesita, con calidad genética y sanitaria”. Cada escuela está inserta en una cuenca productiva y podrá abocarse a la necesidad de su área de influencia, por ejemplo “que la zona de Puerto Rico pueda contar con mandioca libre de virus, las zonas ganaderas puedan contar con forrajes con caña de azúcar libre de enfermedades y pasturas de calidad genética superior certificada”, especificó Cabral.
Con respecto a los seleccionados para cursar los postítulos, “son docentes que ya están trabajando en las escuelas, son especialistas en el área de biología y de producción, entonces estamos formando ya a profesionales que están en el sistema educativo”, agregó Berger.
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