La organización criminal más grande que se haya detectado en América Latina dedicada al envío de cocaína de máxima pureza desde Ciudad del Este fue desarticulada a través de una investigación realizada por agencias de seguridad de Brasil, Paraguay y Estados Unidos.Los detalles de la investigación fueron dados a conocer recientemente por la cadena de noticias Al-Arabiya. El medio árabe señaló como principal responsable de la red criminal al ciudadano libanés Nasser Abbas Bahmad, radicado en Ciudad del Este y estrechamente vinculado con la organización terrorista Hezbollah.
La red conducida por Bahmad se había establecido en la zona de Triple Frontera, entre Paraguay, Argentina y Brasil en el año 2014. Según información dada a conocer por agencias de seguridad estadounidenses antes del traspaso de mando presidencial en Washington, varias de sus operaciones podrían haber contado con cobertura de elementos de fuerzas de seguridad de Paraguay.
La información que trascendió de las mismas fuentes es que Bahmad llegó a la Triple Frontera junto con Khalil Chams el-Din, alias “Dr. Armando” a quien se relaciona con el local “Chamsonic” de Ciudad del Este y a quien se vincula con actividades ilícitas del grupo criminal PCC en Sao Paulo. Otras personas allegadas a Bahmad son Milad Nehme y Mohamed Badr el-Din. Un tercer hombre que es un ciudadano jordano a quien se conoce como “el maestro de las maletas”, pues sería capaz de preparar envíos de 20 Kg de sustancias ilícitas por valija y contaba con arreglos en los aeropuertos de Ciudad del Este, Asunción y Sao Paulo. A través de ese individuo, Bahmad habría enviado varias maletas de 20 kilogramos de cocaína a Beirut en envíos de carbón no detectadas por perros de la guardia aduanera.
El objetivo de la célula financiera de Hezbollah era crear una línea de transporte para distintos cargamentos de gran cantidad de toneladas de droga que se camuflaban en contenedores de carbón desde América Latina a distintos puntos del mundo. El ilícito alcanzo las 12 toneladas de cocaína y fue el equivalente a la operación más grande en materia antidrogas de la historia de la región. Bahmad es considerado por las autoridades estadounidenses, brasileñas y paraguayas como una figura clave en materia de lavado, tráfico y financiamiento en la Organización de Seguridad Externa de Hezbollah
Según una publicación de la primera semana de enero, Al-Arabiya sindica también a Hanan Hamdan como líder de la organización, la mujer quedó registrada por primera vez en la región en el aeropuerto internacional de Guarulhos, Sao Paulo; cuando estuvo en transito el 25 de noviembre de 2016 mientras viajaba desde Beirut hacia Asunción del Paraguay. Fuentes de migraciones paraguayas indicaron que Hanan Hamdan salió de Paraguay el 23 de diciembre de 2016 con destino a Teherán para regresar a Asunción casi un año después, aunque en esa oportunidad viajó a Paraguay desde Sídney, Australia; el 5 de diciembre de 2017 e ingresó a Brasil desde Paraguay utilizando el paso del Puente Fronterizo de la Amistad. Su ingreso a Brasil quedó registrado el 27 de diciembre de 2017, desde donde el 31 de ese mes embarco hacia Beirut en un vuelo de Qatar Airways vía Doha.
Agentes de inteligencia y narcotráfico de Paraguay consideraron en ese momento que Hamdan era un elemento de alta importancia en una célula de Hezbollah por lo que procedieron a registrar todos los movimientos de la mujer que viajaba utilizando un pasaporte australiano número PA2925860. Según el informe de inteligencia al que accedió Infobae, se registró copia de su ticket de vuelo y del hotel donde se hospedo durante cinco noches junto a un hombre con el que se reunió en la ciudad de Foz do Iguazú. En consonancia con los elementos probatorios colectados y la documentación aportada por el hotel a las autoridades, Hannan Hamdan se presentaba como titular de una Compañía de importación y exportación, pero alli había un dato que no encajaba para las autoridades pues dicha compañía fue creada originalmente en Irak en febrero de 2018, su nombre comercial es “GTG Global Trading Group”. Investigaciones posteriores dieron cuenta que tal compañía era una empresa encubierta de Hezbollah que operaba como telón de la estructura de tráfico de armas y drogas de la organización terrorista en varios países. En otras palabras, se trataba de una empresa fantasma para brindar fachada y cobertura a las actividades criminales del grupo en América Latina, África y Europa.
Investigaciones realizadas por funcionarios paraguayos y brasileños pudieron establecer que los contenedores usados por GTG Global llevaban más de un año de ingresados en ambos países para almacenar la cocaína que era mezclada con carbón vegetal que daba visos de carbón normal para uso del Narguile (conocida como pipa de agua árabe).
Un mes y medio después de que esos contenedores debían haber sido verificados (lo que generó dudas de connivencia de las autoridades, dado que no había motivo para tanto retraso en su apertura) se pudo constatar que contenían 12 toneladas de carbón embolsado con la marca “Garden Shisha” de la empresa Global Trading Group. El nombre registrado por las autoridades como el dueño de la carga fue el de Nasser Bahmad, actual prófugo de la justicia y de quien se cree que esta residiendo en Líbano desde que escapó de Paraguay .
Fuentes estadounidenses atribuyeron la demora en la verificación de esos contenedores a que después de cinco meses de inspeccionar un cargamento de GTG, tres colombianos fueron detenidos en julio de 2018, mientras intentaban contrabandear un cargamento de cocaína camuflado también en carbón como informó Infobae.
En esos días surgió también el nombre de Hassan Mohsen Mansour, quien tiene doble ciudadanía libanesa-canadiense y había sido detenido en enero de 2016 por cargos similares en Miami dada su participación con tres empresas colombianas acusadas de tráfico de drogas y lavado de dinero a través de dos bancos en el sur de la Florida. Con el arresto de Mansour, varios ilícitos dejaron de producirse en Colombia por un corto lapso de tiempo, no obstante, Hezbollah disponía de los mismos arreglos en Paraguay. Así, ante la detención de Mansour, Hezbollah buscó una nueva alternativa y Bahmad apareció en el mismo período en que se fundó la empresa Global Trading Group-, como otra empresa de fachada para operar en la región.
GTG tiene su sede en central en Sídney, pero fue registrada en Irak, dispone de filiales en Beirut, Berlín y Londres y también tenía oficinas en Guinea, Paraguay y Brasil. El historial comercial de la empresa muestra que los dueños de Global Trading Group en Paraguay eran los libaneses Nasser Bahmad y Ali Fawaz, quien tiene nacionalidad paraguaya y residía en la zona de Triple Frontera. La Compañía fue conformada en Paraguay como una Sociedad Anónima el 4 de mayo de 2017 (lo que no condice con la fecha de constitución de la empresa madre en Irak que fue en fecha posterior), en su constitución intervino la escribana María Rufina Zaracho Bogado en la localidad de Minga Guazú y su denominación comercial es GTG Global Trading Group-Paraguay. Según la documentación constitutiva la empresa fue creada por Nasser Bahmad junto a Alí Fawaz y esta registrada como una filial de la empresa australiana con oficinas centrales en Sídney.
Bahmad es visto por los investigadores como un prominente financista del grupo chiíta en América Latina y un importante miembro de Hezbollah en su misión de recaudar fondos para la organización que le confió la coordinación de las actividades en la Triple Frontera. También es conocido como productor cinematográfico de películas como El Emir (El Príncipe), que se proyectó en el Festival de Cine de la Resistencia Islámica realizado en Teherán en el año 2014. También es considerado por oficiales estadounidenses como un cuadro ideológico de alto rango y según la inteligencia de Brasil que hizo públicas fotografías suyas junto al ex presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad es el hombre que además de tener llegada al más alto nivel dentro de Hezbollah, dispone de acceso directo en la estructura khomeista iraní.
Sin embargo, Bahmad también es conocido como empresario en otros rubros, cuenta con una productora en Líbano llamada “For Media Art”, cuya última dirección registrada se encuentra en una propiedad del financista de Hezbollah bajo el registro Nro. 356/38/B en un complejo de departamentos del distrito de Chiyah.
Otro de los allegados de Nasser Bahmad en la zona de Triple Frontera, es un ciudadano de origen libanés llamado Adham Tabaja, que fue sancionado por el gobierno federal de los EE.UU. en 2015 por lavado de dinero y tráfico de drogas para Hezbollah. Tabaja está registrado legalmente como accionista de Al-Manar Holding Group, lo que es lo mismo que decir el canal de TV oficial de Hezbollah en Beirut y es socio en el paquete accionario de Al-Walaya TV, que a su vez es el órgano de Producción de Televisión responsable de la propaganda y promoción partidaria de Hezbollah en Líbano. Su hermano es un “mártir” del ala militar del partido que fue muerto en combate en la guerra de 2006 entre Hezbollah e Israel.
Tanto Bahmad como los demás investigados en América Latina tienen directa relación con los líderes del partido en los rangos más altos y todos son originarios de familias del sur del Líbano, específicamente de la zona departamental de Nabatiyeh, un bastión chiíta y baluarte de Hezbollah y su aliado, el partido Amal (Esperanza en idioma árabe) de Nabih Berri, quien es actual vocero del parlamento libanés e ideólogo de las conversaciones indirectas que se llevan adelante actualmente con Israel por la frontera marítima libanesa-israeli y la explotación de gas en la zona del mar Mediterráneo.
Los informes de seguridad de Paraguay y Brasil describen a Nasser Bahmad como una celebridad que dispone de gran reputación y poder dentro de Hezbollah. Su hermano, Muhammad Bahmad, murió en combate contra Israel en mayo de 1987 siendo un joven de 26 años y Nasser continúa mencionándolo asiduamente en sus posteos y comentarios en su facebook personal.
Según señalan los investigadores y autoridades judiciales de Paraguay, las bandas de narcotraficantes en la región de Triple Frontera “están todas vinculadas y relacionadas de una manera u otra con Hezbollah”. En ese punto aparece el nombre de Akram Ali Kashmar, quien fue encontrado muerto en su casa el 20 de enero de 2020 en un complejo de departamentos conocido como “Edificio Mezquita” en Ciudad del Este. Sobre Kashmar se sospecha que informaba a las autoridades por lo cual fue asesinado luego de dar información sobre altos miembros de la red.
Alí Kashmar había sido detenido en Ciudad de Este el 8 de abril de 2017 por cargos de narcotráfico y lavado de activos, fue liberado de prisión poco después de su detención sin ser procesado. Según el informe de la policía que lo arrestó se seguía la pista de una investigación que comenzó el 16 de agosto de 2016, cuando las autoridades del Aeropuerto Internacional de Ciudad del Este detuvieron a Alí Shamas al ingresar a la terminal aérea en agosto de ese año mientras intentaba enviar un cargamento de 40 kilos de cocaína a Estambul, Turquía. Sin embargo. Kashmar no estaba involucrado en esas actividades criminales.
La agencias de seguridad creen que Kashmar pudo haberse relacionado con Bahmad brindandole ayuda para obtener su residencia paraguaya permanente por su trabajo como empleado administrativo en el Ministerio de Inmigración de Paraguay. Alí Kashmar era considerado por la comunidad e incluso por la policía como un buen ciudadano, no se encontraba vigilado y no tenia antecedentes delictivos, se sabia que en el pasado ayudo a muchos libaneses a obtener su residencia, por lo que se cree que fue asesinado por algún sicario de la red por ser sospechado de filtrar información a la policía.
En mayo de 2018 las autoridades de Paraguay detuvieron en Ciudad del Este al “empresario” libanés Nader Mohamed Farhat, quien luego fue deportado a EE.UU. donde fue juzgado por cargos de lavado de dinero proveniente del narcotráfico en favor de Hezbollah. Al ser detenido, Farhat estaba en posesión de cheques y una gran suma de dinero en efectivo que durante su juicio reconoció como propiedad de Hezbollah. Sus actividades de lavado permitían a la organización percibir cifras cercanas a los USD 300 millones anuales por operaciones generales en la región. Mientras que los ingresos del tráfico de drogas se estiman en unos USD 500 millones anuales. Estas cifras fueron avaladas por los investigadores del proyecto “Cassandra” de la Agencia Antidrogas estadounidense quienes estiman que Hezbollah obtiene una cifra mínima cercana a los USD 2.000 millones anuales por operaciones de tráfico ilegal de drogas en la región.
Tal vez la mejor definición del daño que genera Hezbollah fue expresada recientemente en una nota publicada por Baria Alam Uddin en la agencia saudita Arab News, la reconocida periodista libanesa describe allí las actividades criminales de Hezbollah en todo el mundo que incluyen el contrabando de drogas en los Estados Unidos, América Latina, Europa y África, como también el tráfico de armas y diamantes, y el blanqueo y lavado de activos proveniente de esos ilícitos junto a las estafas de la organización terrorista para recaudar fondos. Alam Uddin, señala también que Hezbollah continuará bloqueando la conformación de un gobierno en el Líbano hasta asegurarse bajo su control los ministerios de exteriores, economía, salud y transporte porque el control de estos ministerios aumenta su posibilidad para continuar con estas actividades criminales que enriquece a la organización y a sus líderes, al tiempo que empobrece al puebloy al estado libanés. Las sanciones emitidas por Occidente, afirma Alam Uddin, no sólo no han neutralizado a Hezbollah, sino que llevaron a Irán a incrementar el apoyo a su actividad ilegal en todo el mundo, lo cual le permitió continuar financiándose.
En la actualidad y desde hace varios años, son muchos los países que han escogido apaciguar a Hezbollah e Irán, aun cuando sus redes mafiosas representan una de las mayores y lucrativas franquicias criminales del mundo. De continuar tales posiciones en la comunidad internacional, serán escasas las soluciones que bloqueen el accionar delictivo. En consecuencia, sólo cuando se comience a tratar como criminales y terroristas a estas organizaciones y sus redes se podrán realizar progresos para enfrentar y neutralizar la amenaza.
Fuente: Infobae
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