Es imprescindible que entendamos y dimensionemos que nuestra salud y bienestar depende, en buena medida, de la salud de los ecosistemas; la pandemia del COVID-19 está relacionada con la pérdida de biodiversidad y la alteración de la naturaleza.
El año 2020 ha sido declarado por Naciones Unidas como el “Año Internacional de la Sanidad Vegetal” a modo de concientizar sobre la importancia que tiene proteger la salud vegetal para la conservación de la naturaleza y la erradicación del hambre y la pobreza, en un contexto global de cambio climático.
Los bosques son ecosistemas claves para el funcionamiento planetario, pero sin desmerecer, ni desconocer, el rol y la importancia eco-ambiental que cumplen los ecosistemas de pastizales y matorrales.
Conceptualmente, al bosque lo podemos definir como un ecosistema donde la vegetación predominante la constituyen los árboles y arbustos. Según la FAO, los bosques comprenden a los NATURALES y las PLANTACIONES FORESTALES. Se refiere a una tierra con una cubierta de copa (o su grado equivalente de espesura) de más del 10% del área y una superficie inferior a 0,5 ha. Los bosques son determinados por la presencia de árboles así como por la ausencia de otro uso predominante de la tierra. Los árboles deberían alcanzar una altura de 5 mts. Se incluye dentro de los bosques a los rodales jóvenes, que aunque no hayan alcanzado toda la altura, se espera alcanzarán una densidad de cubierta de copa del 10% y una altura de 5 mts., áreas temporalmente no arboladas. El término incluye los bosques utilizados para fines de protección, uso múltiple o conservación (por ejemplo bosques en parques nacionales, reservas naturales, y otras áreas protegidas), así como rodales en tierras agrícolas (por ejemplo rompe-vientos, árboles en barreras de protección de un ancho de 20 mts). El término excluye especialmente los árboles sembrados para la producción agrícola como las plantaciones de árboles frutales y excluye los árboles plantados en sistemas agroforestales.”
Bosques Naturales: “Los Bosques Naturales son bosques compuestos por árboles autóctonos, no plantados por el hombre. Los Bosques naturales se pueden clasificar según su formación boscosa (cerrada o abierta); grado de intervención humana (alterados por el hombre) y composición de especies (latifoliadas, Coníferas, Bambúes y Palmeras y Mixto)”.
Bosques Semi-naturales: “Bosques manejados modificados por el hombre con la silvicultura y la regeneración asistida.”
Plantaciones: “Rodales forestales establecidos mediante la plantación y/o siembra durante el proceso de forestación o reforestación. Consiste en introducción de especies o en algunos casos, especies autóctonas.”
Otras tierras boscosas: “Estas abarcan ya sea tierras donde la cubierta de copa (o su grado de espesura equivalente) tiene entre 5 y 10 % de árboles capaces de alcanzar una altura de 5 m a su madurez in situ; o tierras con una cubierta de copa de más del 10 por ciento (o su grado de espesura equivalente) en la que los árboles no son capaces de alcanzar una altura de 5 m a su madurez in situ (por ej. árboles enanos o achicados); o aquellas donde la cubierta arbustiva abarca más del 10 por ciento.”
Década 2021 – 2031 para la restauración de ecosistemas
La ONU ha declarado al periodo 2021 – 2031, “Década de la Restauración de los Ecosistemas”, la que promoverá la ampliación de los trabajos de restauración para abordar la grave degradación de los paisajes.-
«Década 2021 – 2031 para la Restauración de Ecosistemas, aprobada por la Asamblea General Naciones Unidas, es un histórico llamado a la acción para movilizar el apoyo político y financiero necesario para restaurar los ecosistemas degradados y deforestados del planeta en la próxima década, y así impulsar el bienestar de 3,200 millones de personas en todo el mundo”.
El director general del CIFOR, Dr. Roberto Nasi, en la columna de opinión titulada: “Invertir en lo que sí es urgente: sin bidiversidad no vamos a sobrevivir”, que es parte del discurso compartido en la plenaria de clausura de la conferencia digital GLF Biodiversity: “Un mundo, una sola salud”, realizada el 28 y 29 de octubre pasado, expreso:
“La tecnología puede ayudarnos hasta cierto punto, pero debemos cambiar urgentemente nuestro modelo de desarrollo y los paradigmas básicos mediante los cuales administramos los recursos de la Tierra. No existe el crecimiento sostenible indefinido.
Debemos hablar sobre cómo podemos conservar la biodiversidad que aún queda.
…mientras conservamos la biodiversidad, esperaremos un cierto nivel de vida, un nivel de vida decente.
…Para eso, necesitamos producir bienes y servicios, lo que significa que debemos incorporar la biodiversidad en el sector productivo. Eso es algo muy importante que podemos hacer y podemos hacerlo con beneficios.
…Por supuesto, algunos sectores se ven afectados directamente por la biodiversidad, la gran agricultura está contra el tiempo, pues depende de la biodiversidad para la polinización, el control de plagas y el crecimiento de las plantas.
…Además de conservar lo que queda al incorporar la biodiversidad en nuestro sector de producción, también necesitamos restaurar todo lo que se ha degradado.
…Necesitamos convertir la restauración en una empresa que cree puestos de trabajo, servicios y medios de vida además de restaurar la biodiversidad.”
LOS DESAFÍOS DE LA PRÓXIMA DÉCADA
Los desafíos de la próxima década están, en parte, definido por los 17 ODS, la hoja de ruta de las políticas públicas de los gobiernos nacionales y provinciales.
Estos desafíos nos debe llevar también a reflexionar sobre nuestro rol y compromiso como profesionales de la Ingeniería Forestal y afines y el rol estratégico que las Instituciones de Ciencias Forestales Académicas, en Investigación y Desarrollo (I&D) y en Extensión; que debemos tener en la provincia, en lo concerniente a la planificación y desarrollo territorial de los próximos años; un proceso clave para garantizar el desarrollo sostenible regional.
Las claves para garantizar el desarrollo sostenible regional:
1) Restauración de Ecosistemas Forestales;
2) Biodiversidad;
3) Bio-economía Circular y
4) Mitigación del Cambio Climático.
LA TERRITORIALIDAD PROVINCIAL
Nuestra territorialidad está definida por matriz eco-territorial de conservación (más de una tercera parte de la territorialidad Provincial), la que se constituye, fundamentalmente, por el Sistema de Áreas Naturales Protegidas (SANP), bajo sus distintas categorías de conservación; el Área de Integral Conservación y Desarrollo Sustentable, denominado Corredor Verde; y el Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN).
Un dato que no se puede soslayar es que: en la territorialidad Provincial (1,08% de la territorialidad Argentina) se encuentra la mayor biodiversidad del País, donde a su vez se da la mayor tasa de crecimiento poblacional inter-censal (hoy ronda el 1.200.000 habitantes un alto porcentaje de su población son jóvenes) y con unos 30.000 pequeños agro-productores y casi un millar de agro-foresto-industrias.
La Ley XVI Nº 105, por la que la Provincia adhiere a la Ley Nacional 26.331 de “Presupuestos Mínimos de Protección de Bosques Nativos”, define el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN), que en su actualización, aprobada por Resolución Nº 265/17, determina una superficie de bosques de 1.612.558 has, conformada por la: Categoría I (Roja) 14,45%; Categoría II (Amarilla) 55,91% y Categoría III (verde) 29,63%. En un contexto geográfico provincial donde se localizan 800 cursos de agua permanente configurando por unas 98 cuencas hidrográficas donde el manejo integrado de las mismas está íntimamente ligado al componente boscoso.
La superficie de cambio de usos de suelos (PCUS), entre 2015 y 2019, cubrieron unas 18.970,15 has., el 3,97% de la superficie de la categoría III (verde).
*Fuente: Dirección General de Bosques Nativos del Ministerio de Ecología y RNR
Mosaico territorial rural
El territorio productivo provincial es de 1.264.000 has (44,82% de la territorialidad rural), el cual, en función de los usos actuales de suelos, aproximadamente, unas 870.000 has están efectivamente ocupadas con actividades agropecuarias y forestales; entiéndase como tales: forestaciones, yerbales, teales, cítricos, cultivos anuales y actividades pecuarias (ganadería – piscicultura); con una posibilidad de expansión de casi 400.000 has, las que no necesariamente deben ser convertidas.
Esto nos define un complejo y diverso mosaico territorial rural, destacándose el fuertemente el Paisaje Agro-Forestal, es justamente, en este diverso mosaico territorial y de paisajes donde se deben conciliar los intereses productivos con la protección del ecosistema paranaense, lo que es un permanente desafío en materia de gestión pública para garantizar el desarrollo rural sostenible provincial y regional.
PLANIFICACIÓN TERRITORIAL
Los bosques, el acceso a la tierra regularizada, el manejo sostenible de los suelos, el agua, el manejo integrado de las cuencas hidrográficas, la energía y la producción de alimentos; son cuestiones gravitantes para consolidar el desarrollo sostenible Regional.
Bosques, Suelo y Agua son relevantes a la hora de definir y planificar el desarrollo territorial.
La Planificación del Territorio es un proceso dinámico y continuo, que implica la asignación de diferentes usos en todo un territorio de forma que haya un equilibrio de entre los aspectos sociales, étnicos, culturales, eco-ambientales, económico-productivos y políticos-institucionales. Su objetivo es determinar la combinación de usos de la tierra que satisface mejor las necesidades de las partes interesadas y salvaguarda al mismo tiempo los recursos para el futuro; sin dudas, los PAISAJES AGRO-FORESTALES adquieren una preponderancia a la hora de planificar el desarrollo territorial sostenible en nuestra región.
RESTAURACIÓN DE ECOSISTEMAS FORESTALES
La restauración -según la FAO- tiene como objeto devolver un bosque degradado a su estado original, restableciendo la capacidad de las tierras forestales degradadas.
La rehabilitación forestal es a efectos de restablecer la estructura, la productividad, los servicios ecosistémicos y la biodiversidad del bosque, que en teoría estaban presentes originariamente en un lugar, pero no necesariamente de todas las especies de plantas y animales, que se considera que en un principio estaban presentes en área. Su finalidad es fortalecer la resiliencia de los paisajes forestales y, por lo tanto, mantener abiertas las futuras opciones de ordenación y gestión territorial.
La Restauración del Paisaje Forestal
Un concepto emergente es “la restauración del paisaje forestal”, que consiste en un enfoque de la restauración forestal, en el que participan las partes interesadas de todos los tipos de usos de la tierra que están afectados, y en el que se adoptan procesos participativos para la toma de decisiones, que garantiza una gobernanza forestal.
Conceptos
“Restauración del paisaje forestal: es un enfoque encaminado a gestionar las interacciones dinámicas y a menudo complejas entre las personas, los recursos naturales y los tipos de aprovechamiento de la tierra que componen un territorio. Utiliza enfoques colaborativos para armonizar las numerosas decisiones sobre usos de la tierra, con los objetivos de restablecer la integridad ecológica y fomentar el desarrollo de las comunidades locales que tratan de incrementar y mantener los beneficios que obtienen de la gestión de su tierra”.
“Gobernanza: son las interacciones entre las estructuras, procesos y tradiciones que determina como se ejercita el poder, como se toman las decisiones sobre asuntos que preocupan a la gente, y como los ciudadanos y otros interesados directos pueden expresarse“.
“Resiliencia: es la capacidad de los sistemas naturales o sociales para recuperarse o soportar los efectos derivados de una perturbación. La mayor resiliencia va de: capacidad de adaptación, sustentabilidad, conectividad y diversidad y la menor vulnerabilidad se da en sentido contrario”.
Restablecer la productividad y los servicios ecosistémicos
Restablecer la productividad y los servicios ecosistémicos implica necesariamente conocer las dinámicas particulares del ecosistema forestal, desde lo silvícola y ecosistémico, es aquí donde las ciencias forestales juegan el rol clave, pues deben hacer los aporte técnico-científicos para que podamos ordenar los bosques desde una perspectiva social, territorial, eco-ambiental y económica.
Institutos Forestales de Investigación y Desarrollo (I&D): Hay que impulsar y fortalecer los trabajos de investigación y extensión que desarrollan en los Institutos Forestales de Investigación y Desarrollo (I&D) que nos permitan conocer las dinámicas de los ecosistemas forestales: manejos silvícolas y ecosistémicos.
Los bosques pueden subsistir en asociación con otros usos del suelo, en tanto y en cuanto, ello ocurra bajo modalidades racionales de un planeamiento acordado con todos los sectores que compiten y concurren por espacios y tiempos.
BIODIVERSIDAD
“Ley Nacional Nº 27.494, Declara a la Provincia de Misiones Capital Nacional de la Biodiversidad.”
La biodiversidad se refiere al número, variedad y disposición de organismos vivos en una eco-región, se la cuantifica por su variación: genética, entre especies y entre ecosistemas (Burley – 2002).
Biodiversidad del Hábito Arbóreo
La Revista Forestal de divulgación académico-científica YVYRARETA Nº 15 (Diciembre de 2008), público un trabajo de los Profesores: Titular (Ing. Ftal. Héctor Martín Gartland) y Adjunto (Ing. Ftal. MSc. Alicia V. Bohren) de la Cátedra de Dendrología de la Facultad de Forestal titulado: “Consideraciones sobre la Biodiversidad Forestal a nivel de Especies Arbóreas, en la Selva paranaense Misiones, Argentina” donde se hace una actualización del número de especies arbóreas y sus categorías taxonómicas subordinadas presentes en Misiones, uno de los territorios más pequeños de la Argentina, con una rica biodiversidad vegetal, que la coloca al frente de las restantes provincias de la Nación; señalando que las plantas vasculares alcanzan a un número de 2.959 especies de taxones intraespecíficos, que representan un 30% del total del País, pero que esa riqueza, en el hábito arbóreo, representa más del 50% del total nacional.
Se describe que, en el territorio de Misiones, se encuentran presentes el 76,1% del total de las familias botánicas con representantes arbóreos, y algo más del 54% del total de las especies arbóreas con ese hábito. A su vez, presenta el mayor índice de biodiversidad a nivel familia del País, con el 18%, cuando se analiza las áreas con mayor concentración de biodiversidad a nivel género, se corresponde a las prolongaciones del dominio amazónico en Argentina, Misiones 87,67%, y cuando se analiza el índice de biodiversidad taxonómica, Misiones es la que mayor presenta (272,33 y 287,28), con 2.805 especies, y 2.959 si se suman los taxones específicos más los infra-específicos registrados para el área.
El trabajo concluye que:
1.Misiones es la provincia con mayor riqueza en biodiversidad arbórea para las categorías taxonómicas de: Familia, género y especie de la Argentina. El número de especies arbóreas y sus categorías subordinadas alcanza a 330.
2.Estima que algo más de 40% de las especies arbóreas misioneras se encuentran real o potencialmente bajo los diversos grados conocidos de riesgos.
3.La valoración de la biodiversidad en cualquier ecosistema boscoso está estrechamente ligada con la ordenación forestal sostenible.
BIOECONOMIA CIRCULAR
La bioeconomía surge como un nuevo paradigma de la síntesis de la biología con la economía, que comprende la incorporación de los avances tecnológicos en los sectores productivos tradicionales; es un modelo económico basado en la producción de recursos biológicos renovables y la conversión de estos recursos en productos con valor añadido, como bio-productos, bioenergía y servicios. Además, permite generar oportunidades para el desarrollo económico y el empleo.
A su vez, la economía circular implica ir hacia un modelo productivo más sostenible, en el que se minimiza la generación de residuos, tiene un gran potencial y son cruciales para un mundo más sostenible.
Los bosques son esenciales para los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), estratégicos para consolidar desarrollos territoriales. La biodiversidad y la bio-economía son componentes determinantes del recurso forestal (bosques), dos caras de una misma moneda: el Desarrollo Sostenible.
La madera, el material constructivo del Siglo XXI
Un dato de la termodinámica, que no se puede soslayar, es que la entropía de la madera es menor, por lo que energéticamente es mucho más eficiente desde un punto de vista constructivo, lo que cobra mucha significación en un esquema paradigmático de bio-economía circular; y juega un papel relevante en las cuestiones vinculadas con las planificaciones y desarrollos urbanísticos habitaciones de la próxima década.
La madera (es carbono estoqueado) en la construcción es relevante para la bio-economía circular, el Arquitecto Holandés Alex de Rijke, decano de la Facultad de Arquitectura del Royal College of Art de Inglaterra y Director del Estudio dRMM Architects define a la madera como el material constructivo de este este siglo: “Cada época tiene su material constructivo, el siglo: XVIII el LADRILLO; XIX el HIERRO; XX el HORMIGON y XXI será de la MADERA. …La MADERA será el hormigón del siglo XXI. Las casas de madera revalorizan los bosques y son el futuro de la construcción”.
Misiones en esta materia tiene un potencial muy grande pos-pandemia.
Mitigación del Cambio Climático
Mitigar el cambio climático significa evitar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero -que atrapan el calor- hacia la atmósfera para evitar que el planeta se caliente de manera más extrema.
Plan Estratégico Forestal y Foresto-industrial 2030
En el “Plan Estratégico Forestal y Foresto-industrial 2030” se menciona que: “la Argentina reconoce el potencial de sus bosques, valorizando los servicios ecosistémicos que brindan y especialmente su rol en la mitigación del cambio climático y que para el 2030 lo aprovecha de manera sustentable, generando oportunidades que fortalecen las economías regionales; en el contexto internacional, es un actor confiable y competitivo de los mercados globales de productos de base forestal”
El sector forestal y foresto industrial en Argentina, y en Misiones en particular, es una fuente de crecimiento y desarrollo para el país y la región sobre bases renovables y de baja intensidad de carbono.
Huella de Carbono
La huella del carbono es una herramienta esencial para la mitigación del cambio climático, pues permite cuantificar la contribución que se realiza en dicho sentido, a partir de las emisiones generadas (se expresa en toneladas de dióxido de carbono –CO2- equivalente, sirve para garantizar la trazabilidad; y posibilita identificar oportunidades de mejora para reducir el consumo y gestionar de forma más eficiente los recursos.
En este sentido, el sector forestal, es uno lo que más puede contribuir en una huella de carbono neutro, además de ser uno de los sectores de mayor aptitud para incrementar el desarrollo sostenible regional.
Oportunidades en la Cadena Foresto Industrial
Las oportunidades en la cadena foresto industrial se encuentran en la gestión sostenible de los bosques nativos, la posibilidad de crecer en superficie forestada preservando ecosistemas de alto valor de conservación, avanzar en la industrialización e innovación, y el aprovechamiento integral de todos los productos y subproductos, siendo fundamental la concreción de las inversiones necesarias para agregar valor a la producción forestal.
Misiones tiene un fuerte componente forestal desde lo: histórico-cultural, eco-territorial y económico-productivo. Su geografía está cubierta, en sus 2/3 partes, por bosques (nativos y cultivados); su economía está atravesada por lo forestal (cabe reseñar que la Yerba Mate también es un árbol, el Té una especie leñosa arbustiva), con una importante estructura forestoindustrial (transformación físico-mecánica y química de la madera), la actividad turística a su vez, tiene como principal componente paisajístico, el recurso forestal.
Construir un futuro verde, saludable y resiliente con los bosques
“Construir un Futuro Verde, Saludable y Resiliente con los Bosques” es el lema del XV Congreso Forestal Mundial 2021 que se realizará entre el 24 y 28 de mayo en la República de Correa, nos va marcando un camino por donde transitar.
Hoy cuando asolan el país la epidemia; los proliferación de incendios forestales producto de actitudes negligentes, desaprensivas; el cambio climático; el afán desenfrenado por ganar áreas para otros usos del suelo, en detrimentos de los bosques nativos; la pérdida de la biodiversidad, base esencial de desarrollos futuros, los servicios ecosistémicos dañados y disminuidos, etc.; se comprende el alto costo que tendremos que pagar, sino justipreciamos el valor de los bosques.
Lo que se invierta en los bosques, será recuperado con creces, los forestales no pretendemos que el uso forestal sea excluyente; lo forestal es transversal a todo el desarrollo de una comunidad, pues no sólo es una cuestión económico-productiva vinculada con la producción maderable (rollizos, celulosa, y biomasa energética) y no maderable (por ejemplo: la yerba mate), sino eco-ambiental, vinculada a los servicios ecosistémicos, que nos asegura bienestar y calidad de vida en nuestra comunidad, y paisajística, que potencia las actividades vinculadas a la recreación y el disfrute social.
Lo/as profesionales de las Ciencias Forestales, son de lo/as poco/as profesiones que viven ocupados en el futuro, más que en el presente y el pasado; tenemos muy claro que los sólo los bosques vivos garantizan pueblos con futuro.
Por Jaime G. Ledesma(*)
(*)Presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (COIFORM)
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