Este miércoles se puso en marcha por primera vez para productores familiares de la Cuenca Ovino-Caprina de la Zona Sur el circuito logístico completo para que trasladen ejemplares desde sus campos hasta el frigorífico de San José. La carne obtenida será transportada al Mercado Zonal Concentrador de Posadas para su comercialización.
El mecanismo, que se disparará al menos una vez por semana, implica un aporte de distintas instituciones para que los dueños de los animales obtengan la mayor rentabilidad y también para que haya precios de referencia para el sector.
“Estamos generando trazabilidad del producto, que no se podría hacer con el productor en un sistema informal”, sostuvo el ingeniero Javier Buscaglia del INTA Posadas.
En esta experiencia inicial, participaron dos productores. Uno de Colonia Sol de Mayo de Candelaria y otro de la zona de Belgrano, en Cerro Azul. Enviaron al frigorífico 17 animales, entre ovejas, corderos pesados y corderos.
El flete, con un camión de la Municipalidad de San José, lo financió el Ministerio del Agro y la Producción y tras la faena, el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial aportará su cadena de frío para el traslado de la carne al puesto de venta de ganado ovino-caprino que funciona en el Mercado Concentrador de Posadas.
Las demás instituciones que conforman la Cuenca (INTA, SENASA, Secretaria de Estado de Agricultura Familiar, municipios y Agricultura Familiar de la Nación) constituyen el sistema de garantías necesarias para el productor, la actividad y en lo específico, la comercialización.
“Es fundamental la importancia que tiene esto. Hay un control anterior a la faena y uno post mortem. Primero se reciben los animales con guía de traslado, con documento de tránsito, lo que permite un control documental y clínico del animal en pie. Allí se autoriza la faena. Luego se hace una revisión bromatológica completa. Si está todo bien, se hace el certificado de faena, que indica que la carne es apta para consumo. Se garantiza la inocuidad que se va a exhibir en una góndola con el sello oficial”, explicó el veterinario Ricardo Spachuk, director general de Producción Animal, Especies Tradicionales y no Tradicionales del Ministerio del Agro.
Aclaró que “todos los productores están registrados ante el SENASA. Están en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA). También tienen que estar anotados en el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA).Y abonar una tasa de faena ante la AFIP. Esos papeles demuestran que el productor tiene sanitariamente controlada su actividad”.
“Hay un gran aporte del Gobierno provincial y de los organismos nacionales”, remarcó Spachuk.
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