“Desde el sector de la industria toda medida que tienda a generar expectativas de trabajo son bienvenidas”, expresó el empresario de la construcción y miembro del Movimiento Industrial Misionero (MIM), Gerardo Grippo, al ser consultado sobre el anuncio del Gobierno nacional de convocar a un blanqueo de capitales para promover inversiones en el rubro de la construcción, con claras ventajas impositivas para quienes decidan repatriar sus excedentes para apuntalar una de las áreas más dinámicas de la economía.
Explicó Grippo, en diálogo con Radio Libertad, que si bien aún no tienen los detalles del alcance de este nuevo blanqueo, destacó que “sabemos que estarían exentos de impuestos las nuevas inversiones que tendrían, sobre lo declarado o lo blanqueado un impuesto especial que depende de la fecha del blanqueo porque una cosa es el blanqueo a fin de año y otra cosa es en enero o febrero, tendrían alícuotas distintas”
Consideró además que “si todo ese ahorro se vuelca a actividades de la construcción o en construcción, ya que tenemos entendido que irá a obras que tengan un avance menor al 50 por ciento u obras nuevas, provocaría un crecimiento en el empleo y el consumo dinamizando la economía”.
Gerardo Grippo
Respecto a la situación de la construcción en la provincia de Misiones, el integrante del MIM comentó que hay varios aspectos a analizar, en el plano nacional todavía no se llevaron a cabo grandes planes “sí los anunciados como el Procrear, se habló de fondos especiales para la construcción en forma de fideicomiso, no escuchamos avances en lo que es la vivienda social y por otro lado el efecto de la pandemia traccionó en todo el país sobre todo la construcción privada, al no tener otro tipo de canalizaciones fue poco a poco hacia reforma de viviendas en particular”.
Agregó que la actividad en general se redujo y con ello se redujo la recaudación del fisco y los giros a las provincias pero “dentro de toda esta situación la provincia de Misiones mantuvo el ritmo tanto de la obra pública y en la obra privada está pasando lo que en el resto del país, que se ve manifestado en algunos insumos que se ven muy demandados como ser ladrillos y demás y a eso se suma algunos de los materiales relacionados al dólar, hierro, chapas y demás que al estar relacionado a la exportación comienzan a faltar en el mercado”.
En lo atinente a la llamada “inversión en ladrillos”, Grippo dijo que es lo más viable entre las posibilidades de invertir hoy, “el negocio financiero es conocido por pocos que tienen una serie de características que no están al alcance en general de la población, las posibilidades de inversión están acotadas, todo aquel que tiene un excedente y podría acceder a la compra de dólares está acotada por la restricciones de las medidas impuestas por el Gobierno nacional. Es un hecho trascendente invertir en algo que pueda resguardarse y puede ser transferido en el tiempo como es la inversión en ladrillos que es una inversión que siempre se va a valorizar en el tiempo”.
También abordó la temática de las cotizaciones de los inmuebles en dólares explicando que la construcción en las concentraciones urbanas más importantes del país, como las capitales de provincia y Buenos Aires “tiene prácticamente cotizaciones en dólares, hay una cierta inversión que lamentablemente se cotiza en término de dólar, aunque la mayoría de las inversiones se actualizan ya sea por índice de la Cámara Argentina de la Construcción o índices de precios del INDEC, es decir que no siempre están vinculadas al dólar porque dentro de la construcción hay insumos que tienen que ver con el dólar y hay insumos regionales, locales que no tienen que ver con el dólar”.
Ejemplificó con el componente de costos de algunos insumos, mencionando el ladrillo que en su mayoría es una argamasa, pero que tiene a la energía como insumo fundamental “no impacta directamente pero sí un porcentaje de su componente del costo tiene que ver con las tasas y los servicios y estando dolarizados va a impactar en un porcentaje”.
Comentó por último que esta dolarización de la economía argentina “se da a partir de la década del 80 y 90 donde, dada la inestabilidad que tenía la moneda, se comenzaron a buscar referencias que fueran de alguna manera estables para poder preservar la inversión, no olvidemos que nuestro país tiene una economía bimonetaria, es un caso particular, donde todas las variables termina relacionadas a la cuestión del dólar”.
A/E.J.
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