La pizza tradicional es un pan plano horneado, generalmente de forma redonda, cubierto con salsa de tomates y queso. Existe gran cantidad de variedades, según la forma del pan, la manera de cocinarla y el agregado de diversos ingredientes (embutidos varios como el jamón o el salame, tomates, champiñones, cebollas, aceitunas, morrones, ananá, huevo, verduras, anchoas, palmitos, etc.) y salsas.
Si bien su origen es cuestionado, de todas maneras, ha sido tradicionalmente atribuido a la gastronomía de Italia y más puntualmente a la cocina napolitana.
En Argentina la pizza se prepara y consume en todo el país, siendo Buenos Aires una ciudad que tiene una gran proporción de habitantes descendientes de italianos y cuenta con la mayor cantidad de pizzerías por habitante del mundo. Se caracteriza por la «media masa» (masa base de mayor grosor) y la abundancia de queso mozzarella de vaca, así como por el acompañamiento con fainá (de harina de garbanzos) y vino moscato.
La tradicional pizza napolitana se prepara con poca levadura y se deja leudar la masa por varias horas, luego se cocinan a muy altas temperaturas por unos pocos minutos, consiguiendo así una masa tierna y delgada pero bordes altos, y la característica importante de las salsas que pueden ser la Marinera que tiene tomate, ajo, orégano y aceite de oliva o la Margarita con tomate, mozzarella, albahaca y aceite extra virgen de oliva.
Por supuesto la masa original se hace con harina de trigo, a pesar de ello podemos preparar muy buenas pizzas libres de gluten, con todas las características tan buscadas que hacen de comer pizza una experiencia muy placentera, y se puede lograr un buen leudado, un borde crocante, buenas burbujas de aire dentro de la masa (alveolos), con la base crujiente y todo el sabor que le otorga la salsa casera. Verdaderamente la pizza libre de gluten no tiene nada que envidiarle a la tradicional.
También podemos preparar pizzas tipo a la piedra o pizzas a la parrilla, pero en ese caso la masa debe ser más firme, con menos hidratación y por ende un leudado más largo. Esto cuando ya tenemos bastante práctica con la preparación de masas sin gluten, para comenzar a disfrutar hoy hacemos una masa fácil que no falla y que se puede cocinar en cualquier horno.
Ingredientes:
*500 gr de premezcla sin TACC
*1 pizca de sal
*5 cdas de aceite
*450 cc de agua tibia
*10 gr de levadura seca o 50 gr de levadura fresca
*1 cda de azúcar
Para la salsa:
*1 lata de tomates peritas
*2 dientes de ajo picados bien chiquito
*100 cc de aceite de olivas
*sal a gusto
*abundante queso mozzarella (rallado se distribuye mejor)
Procedimiento:
Como siempre antes de comenzar verificar que todos los ingredientes sean libres de gluten.
En un recipiente amplio unificar la premezcla y sal, hacer un hueco en incorporar el aceite y la levadura previamente activada en los 450 cc de agua tibia y azúcar. Unir los ingredientes batiendo con energía unos minutos hasta lograr una masa bien lisa, envolver en film o dentro de una bolsa limpia y dejar leudar media hora.
Estas masas sin gluten con levadura es bueno hacerlas en máquina, siempre que sea posible, y amasar con lira o gancho por unos 10 minutos, y luego ponerla a leudar. Generalmente la preparación es muy pegajosa porque tiene alto porcentaje de hidratación.
Una vez leudada, tomar la masa desgasificar y colocar en una fuente pizzera untada con aceite, esta cantidad rinde dos pizzas grandes (o 24 pizzetas), estirar la masa con las manos untadas en agua o aceite bien finas sobre la fuente donde se van a hornear.
Pintar la superficie con una rica salsa, la que más les gusta, indispensable que tenga aceite de oliva y volver a leudar un ratito más, quince minutos si es verano y hace calor, o un poco más y siempre dentro de la bolsa si es invierno.
Cocinar en horno fuerte a unos 210 grados, primero la base (si es horno eléctrico usar la vela de abajo), controlar que dore abajo es decir que haga piso, agregar el relleno a elección, queso mozzarella, queso parmesano rallado grueso, aceitunas, morrones, jamón, anchoas, etc. Hasta unas rodajas del polémico ananá salteado en manteca, que a mi gusto queda súper rico. Volver a ponerlas al horno (ahora si con las dos velas prendidas si es eléctrico) para derretir el queso, y lista para comer.
Esta masa horneada se puede conservar tres meses en freezer, siempre bien envueltas en film que no tengan contacto con el aire.
Preparar pizzas caseras debería ser parte del aprendizaje en los colegios secundarios. A todos los adolescentes les gusta comer pizzas y juntarse a compartirlas con amigos es un ritual que trasciende generaciones.
(*) Por Daniela Engelbrecht
Cocinera. Experta en comida libre de gluten y mamá de dos celiacos sanos y felices!
IG: @danielacocinasingluten
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