Desde el siglo I d.C. se encuentran registros del proceso de degradación biológica de residuos orgánicos (*), considerando residuo orgánico a todo resto sin utilidad aparente, compuesto por células animales o vegetales.Desde entonces, los agricultores han implementado esta práctica (degradación natural) utilizando el producto resultante como abono para el cultivo vegetal y el enriquecimiento del suelo.
Dentro de la bolsa de residuos que diariamente sacamos al contenedor o canasto en nuestras veredas, en promedio un 50% se encuentra constituido por ésta fracción, “materia orgánica”proveniente de cáscaras, cabos y partes de verduras, frutas, tubérculos o raíces, también puede considerarse a las hojas, ramas, césped, saquitos de té, café, yerba, cáscara de huevo, carnes y huesos, todos elementos que naturalmente son biodegradables y al descomponerse, dejan disponible sus componentes conocidos como macro y micronutrientes como el carbono (C), potasio (K), nitrógeno (N), sodio (Na), calcio (Ca), fósforo (P) y magnesio (Mg).
El proceso de biodegradación ocurre naturalmente, sin embargo, bajo las condiciones del sistema urbano, donde las posibilidades de descomposición tal como ocurren en un ambiente natural no pueden suceder, debemos proveer de algunas herramientas y cuidados para controlar el proceso y obtener lo que conocemos como compost.
Se conoce como compostaje al proceso mediante el cual se facilitan las condiciones para que ocurra la biodegradación de esa fracción de materia orgánica proveniente de nuestras cocinas, huertas, patios y jardines para el verdadero reciclaje dejando disponible nuevamente y así comenzar nuevos ciclos biológicos en otros organismos.
Llegado a este punto empieza nuestra consciencia colectiva a disparar preguntas, ¿para qué compostar si es algo que ocurre naturalmente?
· Resulta que la bolsa de residuos que sale de nuestras casas al contener todos los residuos mezclados, se dirige directamente al relleno sanitario ubicado en la localidad de Fachinal o Caraguataí, dependiendo de dónde vivimos en Misiones. Y aún, el proceso de separación de residuos se encuentra en desarrollo.
· También pasa que la disponibilidad de suelo para el depósito de residuos aquí y en el resto del mundo comienza a ser un problema que requiere cambiar definitivamente nuestros hábitos de consumo y por tanto la de generación de residuos, por la sencilla razón de que ya no es fácil encontrar lugares dentro o cerca de las ciudades para la disposición final de nuestros residuos.
· Finalmente, considerando que la mitad aproximadamente, de los residuos que producimos son de origen orgánico y podemos hacernos cargo de ellos, y con esa acción contribuimos inmensamente a la gestión ambiental de la ciudad, ¿porque no hacerlo?
Ahora bien, ¿cómo es el proceso, cuánto tiempo lleva el proceso de compostaje, qué herramientas y espacio debo disponer y cuánto tiempo le debo dedicar para que funciones?
Como todo en biología, las respuestas se pueden dar en una gran escala cromática que admite varias respuestas, varios no, varios si, la vida es eso, cambio y adaptación constante.
Por tanto, vamos a resumir algunas razones para orientar en la posibilidad de compostar nuestros residuos orgánicos o colaborar en la separación de residuos implementando como primera medida, los compostables por un lado y el resto por el otro, igualmente más adelante hablaremos del resto.
Ayuda a reducir la cantidad de residuos que irían a los enterramientos sanitarios
(Figura 1)
Es una práctica sencilla que, a través de la participación activa de los ciudadanos, colaboramos con un ahorro energético, económico y ambiental.
(Figura 2)
Es una solución a la disposición final de los residuos orgánicos.
Se obtiene un abono orgánico que puede ser utilizado como enmienda de suelo. Mejora las condiciones del suelo, cerrando el ciclo de la materia orgánica, permite retener más humedad, contiene más nutrientes, y es más esponjoso.
Finalmente, y no es una cuestión menor, entre tanto análisis e información, nos preguntamos, cuáles son las cosas que tienen que pasar para que la conducta social se ajuste a las situaciones que estamos viviendo como parte de un planeta, un solo planeta que tenemos, una ciudad, una casa, como quieran llamarle, son las conductas sociales individuales que en suma aportan o restan al ambiente.
Esta es nuestra oportunidad generando, aportando y sumando soluciones para disfrutar de ambientes sanos y poblaciones felices, mediante la construcción individual y la consciencia colectiva.
(*) Escriben: Mgter. Lic. Anahí Fleck / Ing. Agr. Jorge Escalante
@AnahiFleck
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