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Un grupo de docentes disconformes con la paritaria acordada por los gremios mayoritarios rechazó hoy nuevamente la propuesta formulada por el Gobierno provincial y anunció que continuará cortando rutas en distintos puntos. Los manifestantes exigen una suba de 80% en el básico. El acuerdo firmado por el Gobierno el lunes es más beneficioso para la base de la pirámide, mientras que la propuesta de los disidentes es más favorable para los cargos jerárquicos. La interna gremial docente volvió a quedar de manifiesto.
La protesta de asociaciones docentes que no están de acuerdo con la paritaria firmada por los gremios que concentran a la gran mayoría de los trabajadores de ese sector, volvió a generar horas de tensión y hastío por las dificultades que debieron soportar miles de automovilistas y choferes de transporte que se vieron impedidos de circular en distintos puntos de la provincia.
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El foco principal de la protesta estuvo en el puente sobre el arroyo Garupá, en la frontera de esa localidad con Candelaria, allí se concentraron pocos cientos de personas que cortaron el tránsito durante todo el día.
Con los bocinazos constantes de los automovilistas y transportistas hartos de ver pasar las horas bajo el ardiente sol misionero como trasfondo, se vivieron momentos de tensión, especialmente con camioneros que exigían a los manifestantes que levanten el corte, aunque sea de manera momentánea para poder ejercer su derecho de circular.
Ni la desesperación de quienes transportaban pasajeros aquejados por graves enfermedades consiguieron mover a los manifestantes de su férrea voluntad de mantener a cientos de personas como rehenes de su reclamo. Valerse del hartazgo de la gente para presionar al Gobierno en procura de una mejora salarial fue la estrategia elegida por los docentes disidentes y se apegarían a ella durante todo el día.
Los docentes disidentes – que se encuentran en franca disputa gremial con el mayoritario sindicato de UDPM, cerraron el puente de Garupá a primera hora de la mañana a la espera de los resultados de una reunión que se desarrollaría desde el mediodía hasta la mitad de la tarde. En dicha reunión, los representantes del Gobierno provincial se mantuvieron abiertos al diálogo y buscaron la forma de mejorar en algún aspecto el acuerdo firmado el lunes con los gremios mayoritarios: UDPM y UDA.
El principal escollo que enfrentó la negociación fue la intransigencia de los docentes disidentes en exigir como reclamo principal un aumento de 80% respecto al básico que estaba vigente hasta el acuerdo del lunes y de 156% respecto al de principios de año.
La Provincia en cambio, se mantuvo en el básico de 9.225 pesos que había acordado con UDPM y UDA el lunes –que representó una suba de 30% respecto al que estaba vigente hasta antes del lunes y de 84% respecto al de inicios de año.
Después de realizar una asamblea en el puente cortado, los disidentes rechazaron la propuesta del Gobierno y optaron por continuar con la protesta. Más allá de los números, los manifestantes dejaron en claro sus pretensiones de canalizar los aumentos a través del básico y no a través de componentes no remunerativos.
La propuesta de los docentes disidentes dejaría a los niveles jerárquicos con sueldos por encima de los 100 mil pesos, pero los empleados de menor antigüedad del nivel primario , unos 13 mil docentes, no llegarían siquiera al piso que garantiza el acuerdo ya firmado.
Desde el Gobierno provincial enfatizaron que están avanzando en la progresiva recuperación del básico. Al punto que en lo que va del año el sueldo básico del sector docente aumentó más de 80%, porcentaje muy superior al que registran otras actividades, tanto del sector público cuanto del privado.
Interna gremial
La interna entre los distintos gremios por captar el favor de los docentes volvió a quedar en evidencia durante la protesta de hoy. La mayor parte de las críticas en los encendidos discursos que se escucharon en el puente Garupá estuvo orientada a los sindicatos mayoritarios que son los que tienen personería gremial.
Junto al reclamo por mejores salarios, los dirigentes presentes en el puente enfatizaron la necesidad de “provocar un quiebre” en la matriz sindical del sector docente.
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