A diez días de vigencia de la nueva ley de Alquileres, el panorama en Misiones todavía no termina de consolidarse. Hay más consultas que operaciones y tanto inquilinos como propietarios exhiben muchas dudas sobre la previsibilidad de los contratos a tres años y la actualización de los valores de alquileres en un contexto inflacionario inestable.
De todos modos, los asociados al Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Misiones destacan que la nueva normativa realza el rol de los corredores en las operaciones y le da un marco mucho más sólido a las negociaciones entre las partes.
Guillermo Vera, de Ferver Negocios Inmobiliarios, sostiene que “por el momento la nueva ley ha generado incertidumbre en las dos partes” por lo incierto de calcular una rentabilidad en contratos a tres años, ya que si bien están las fórmulas, nadie puede proyectar si bajará o no la inflación.
Vera considera positivo que la actualización de los contratos sea a un año, pero desconfía de la evolución de la inflación.
“Los contratos se acomodan al mes doce. Pero ¿hay certidumbre para el mes trece? Y el mes 25? Entendemos que la ley fue para darle una mayor protección al inquilino, garantías, pero también nos hemos percatado que algunos interesados o quienes tienen que renovar sus contratos, también tienen incertidumbre”, explica.
La gran pregunta es ¿cuánto voy a terminar pagando al segundo año de contrato? “No podemos aventurarnos a decirles un número. Y si lo hacemos, sería una inexactitud tremenda, porque lo desconocemos. Recién podremos ver si la ley fue positiva en el mes trece, cuando salgan los primeros índices de actualización”, sostiene el corredor, que hasta ahora no cerró ninguna operación bajo la nueva normativa, porque todavía rige el decreto presidencial que prorroga automáticamente los alquileres hasta el 30 de septiembre.
“Hay mucho trabajo por hacer de nuestro lado. Los corredores inmobiliarios debemos ser cautos a la hora de explicar y hacer docencia a las partes, para que se entienda el alcance de la nueva ley, porque modifica cosas profundas”, concluyó Vera,
Ana María Bojko, de la inmobiliaria homónima, con 25 años de trayectoria en Oberá y con más de cien alquileres de oficinas en la zona centro, sostiene que la nueva ley “cambió todo”, con regulaciones que todavía no se pusieron en práctica al cien por ciento en la Agencia Tributaria Misiones ni la Administración Federal de Ingresos Públicos.
Bojko considera que la nueva ley complica por igual al propietario y al inquilino. “Los dueños no van a querer sellar todo en Rentas, inscribirse en Afip o darnos las claves fiscales. La comisión del 2 por ciento sobre el total de los tres años del contrato, nos dificulta. La situación económica es compleja y nadie sabe si dura seis meses, imaginate tres años”, enumeró.
“Estamos pidiendo cuenta especial para que no nos cobren Ingresos Brutos en las operaciones”, contó en relación a las negociaciones que ya inició Juan Maidana, presidente del CCPIM con el titular de la ATM, Rodrigo Vivar.
Otro interrogante que plantea Bojko es sobre la aplicación de la ley en Misiones. “Mis clientes de la chacra, que no tienen internet. ¿Cómo hago con ellas? Hay que inscribirlas en la AFIP. Hoy no hay ventas y los alquileres bajaron mucho”.
Sebastián Torres, de Torres Inmobiliaria remarcó: “No creo que la ley sea tan mala como esperábamos. Hubo mucho trabajo con la Federación Inmobiliaria de la República Argentina para adecuar la ley. La contra es que los contratos se estiran a tres años. Dos años estaba bien por la incertidumbre inflacionaria. Es difícil para el inquilino pueda proyectar la evolución de su alquiler y cómo va a terminar pagando en un contexto inflacionario como el de la Argentina. Hoy empieza con un alquiler y se actualiza por índice del Banco Central que no sabemos cómo va a ser. Si es alto, va a perjudicar al inquilino, si es bajo, obligará al propietario a subir precios, porque el que alquila quiere una renta”, explica.
Para Torres el problema de fondo sigue siendo habitacional y de falta de acceso al crédito para la compra de inmuebles. “Hay que generar una política de créditos para dejar de alquilar y pagar la cuota de su casa. La ley salió por presión de ciudad de Buenos Aires o Córdoba, donde los inquilinos realmente fueron vapuleados, por garantías, y exceso de depósitos. Pero tiene el costado positivo que reconoce el trabajo inmobiliario matriculado”, precisó.
Karina Vier, de Iguazú Inmuebles, señaló que “por ahora no hay mucho movimiento”, producto del parate de la cuarentena. “La sociedad sabe de la ley de alquileres, pero de modo superficial. El propietario pregunta cómo se va a resguardar en cuanto a las garantías. Hay consultas, pero no movimiento concreto”, señaló.
CP-AD
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