Francia: ponen en marcha una nueva etapa de la reconstrucción de Notre Dame

La estructura en algunas de sus partes incluso se habían fundido por el calor y para los ingenieros de la obra desmontarla era la tarea más difícil, visto el riesgo de un derrumbe con más daños para la mítica catedral.

En un comunicado, la dirección de los trabajos de construcción explicó que «dos equipos alternos de cinco trabajadores sobre cuerdas descenderán lo más cerca posible a las partes carbonizadas del andamio para cortar, a través de sierras especiales, las tuberías de metal fusionadas entre sí».

Los pedazos de hierro así seccionados serán «evacuados con una gran grúa de 80 metros montada en diciembre pasado». El andamiaje, que pesa 200 toneladas, está compuesto de 40.000 piezas, la mitad de las cuales se encuentran a más de 40 metros de altura.

La operación, que no se presenta simple, durará todo el verano (boreal). Para el rector de Notre-Dame, monseñor Patrick Chauvet, «el principal momento será la construcción de un andamio encima del andamio quemado para cortar y retirar este último».

«Esto llevará mucho tiempo porque no puede caer sobre la catedral. Si ocurriera, las tres bóvedas que quedan en pie no aguantarían», dijo en su momento el rector, quien ahora asegura que «cuando terminen de desmontar (todo), podremos decir que la catedral está a salvo un 100%».