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#Coronavirus: la contención espiritual en los tiempos de pandemia con la tecnología como aliada

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Desde el inicio de la cuarentena las iglesias de la provincia tuvieron que adaptar sus actividades al aislamiento y las redes sociales y plataformas virtuales comenzaron a ganar protagonismo. La función social no paró, incluso aumentó junto a las necesidades de los fieles, tanto en ayuda para subsistir como en sostén espiritual. “Se trata de que nuestro pueblo de Dios  se sienta, se sepa acompañado en esta circunstancia de incertidumbre”, reflexionó el padre Ángel Rojas.


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La cuarentena obligatoria decretada por el gobierno nacional afectó a todas las actividades económicas y sociales del país. En lo económico, por las necesidades que algunas familias no alcanzan a cubrir o la imposibilidad de trabajar para miles de emprendedores y pequeños comerciantes, muchos todavía sin un horizonte claro sobre el futuro. En lo social por el consecuente impacto que sienten esas familias al no poder acceder a cuestiones básicas como los alimentos, los remedios y, en estos días de frío, los abrigos.

Las consecuencias de estas situaciones también impactaron en los más profundo de las personas que con el paso de los días fueron perdiendo optimismo y ganando en desesperanza. Es en este plano de la crisis donde entran a jugar las herramientas y la creatividad de los movimientos religiosos que tuvieron que encontrar las estrategias que les permitieran estar cerca de sus fieles.

Replanteo

En Posadas, la situación de las parroquias es prácticamente la misma que en otras partes de la provincia. Las redes sociales, las transmisiones online y la radio son las principales herramientas para compartir las celebraciones y la palabra de Dios. El padre Ángel Rojas, párroco de la iglesia Inmaculada Concepción, reconoció que la pandemia y la posterior cuarentena, obligaron a replantear toda la actividad pastoral, misionera y catequística y agradeció que la tecnología, en este tiempo pueda ayudar. “Las misas son trasmitidas por las redes sociales, especialmente Facebook e Instagram y los canales de televisión que dan una mano en esa parte o la misma radio como ya lo tenía el obispado”, afirmó.

Rojas, quien fue director del Seminario Diocesano Santo Cura de Ars, reflexionó que el objetivo de todas estas acciones es acompañar a los fieles. “Lo que se trata es de que nuestro pueblo de Dios se sienta, se sepa acompañado en esta circunstancia de incertidumbre, de angustia, de preocupación e incluso de una gran necesidad espiritual. Y manifestarles a través de eso la cercanía de Dios para con su pueblo. Él no te abandona, viene como Luz y para estar cerca, para acompañar”, indicó.

El padre Ángel Rojas en una misa antes de la cuarentena.

Ante este panorama tanto las diferentes diócesis de la Iglesia Católica Apostólica Romana y las denominaciones evangélicas se volcaron a las oportunidades que la tecnología ofrece para transmitir en vivo a través de las redes sociales, tanto sus misas diarias y dominicales y sus reuniones de culto. Además, otro común denominador a destacar es la función social que mantienen en un contexto de crisis y depresión económica.

En este contexto, el párroco explicó cuál es el sentido y la necesidad que manifiestan muchos fieles por el regreso de las celebraciones litúrgicas. “También ser una iglesia que escucha, que comprende. Por eso también muchos pedidos o ruegos porque vuelvan las misas. La iglesia necesita recuperar ese espacio de su celebración, no por la Iglesia misma sino porque en el pueblo de Dios, en tantos hombres y mujeres, para su salud espiritual, anímica y también física es necesario contar con la ayuda espiritual”, apuntó.

El padre Ángel recordó que la Iglesia es un espacio de acompañamiento y de contención anímica, afectiva y espiritual. “Es ahí donde creo que se hace necesario replantear y pedirle también a quienes tienen en sus manos esta decisión, que son los gobernantes, presten atención. No es una cuestión de la Iglesia como institución, es la necesidad del pueblo de Dios en sus pobres, en los más débiles que necesitan ser contenidos y acompañados espiritualmente en una circunstancia que agobia, desanima y debilita por el peso de la situación”, sostuvo.

En la comunidad de la Inmaculada Concepción, se asiste también a cientos de familias que por la cuarentena, perdieron la posibilidad de llevar el sustento a sus casas. Reciben bolsones con mercadería y ayuda de ropa y abrigos.

Además, la tecnología también sirvió como apoyo para la catequesis cuesto que mediante reuniones virtuales, los alumnos siguen recibiendo el contenido de sus clases.

Aumento

En tanto en la diócesis de Oberá, la situación es similar a la de Posadas e incluso los pastores reconocen que aumentó la necesidad junto a la cuarnentena. “La actividad pastoral creció porque la necesidad aumentó muchísimo”, explicó el párroco de la catedral San Antonio, de Oberá, Fabián Szyszkowski, quien señaló  que desde el comienzo de la cuarentena se siguió llevando adelante el trabajo pastoral para seguir cerca de los fieles, siempre con el debido cuidado y manteniendo el protocolo sanitario.

“Se asiste a personas necesitadas, la activad pastoral no se puede parar. Se brinda ayuda y contención en los barrios a la gente que perdió a sus seres queridos, a los que están en duelo, los que padecen enfermedades”, enumeró Szyszkowski y añadió que a esa tarea pastoral se agrega la sacramental cada vez que es requerido por alguna urgencia en los hospitales o sanatorios, incluso le tocó participar de responsos de fallecidos antes de ingresar los cuerpos al cementerio, a donde solo pueden entrar hasta cuatros familiares directos para depositar el cuerpo.

En cuanto a lo social, una de las acciones más significativas que lleva adelante la iglesia universal, se canaliza a través del movimiento Acción Católica de Oberá, que organiza campañas para recolectar mercaderías y gracias a la colaboración de la gente, se pudo aumentar la cantidad de meriendas semanales en los barrios, además de los bolsones con mercadería. “Le incentivamos a la gente para que hagan ellos algunas de las comidas del día en su casa o el almuerzo o la merienda. Ellos eligen almorzar en familia y recibir la merienda porque por día reciben entre tres y cuatro litros de leche, pan casero, galletitas. Con esta pandemia floreció el servicio solidario”, destacó el sacerdote.

El padre Fabián Szyszkowski y el grupo de Acción Católica Argentina ayudan con merenderos.

Szyszkowski reveló que cuando puede conversar con los fieles, recibe pedidos para que regresen las misas y celebraciones litúrgicas pero que todos comprenden que este es un tiempo para estar juntos, en familia. “La gente participa como si estuviera en la misa. Ponen fotos frente ala computadora, las sillas, los niños y las familias responden juntos. Esta es una época para volver a lo esencial, lo más importante de nuestra vida, que como dice El Principito, es invisible a nuestros ojos”, reflexionó.

Felices y alegres

En tanto en la diócesis de Puerto Iguazú, que este viernes fue notificada sobre la designación de su nuevo obispo, Monseñor Nicolás Baisi en reemplazo de Marcelo Martorell, el panorama es similar al que se vive en el resto de la provincia. Misas y celebraciones por redes sociales, televisión y radio y trabajo solidario se destacan como tarea pastoral y social.

Dario Brandt, párroco de la iglesia San Luis Gonzaga, de Capioví, llegó a su nuevo destino junto con la cuarentena. Literalmente. Es que asumió en febrero su tarea pastoral, como primer párroco diocesano, apenas unos días antes de que el presidente Alberto Fernández decretara el aislamiento obligatorio. “Asumí el desafío de acompañar y reinventar las cuestiones de celebración litúrgica y catequesis.  Todos los días a las 8 de la mañana celebramos la santa misa y transmitimos por FM Guadalupe de aquí de Capioví, a su vez se hace dúplex con FM Ecos, de Ruiz de Montoya. De esta manera, litúrgicamente estamos llegando a todos los rincones de nuestra parroquia”, afirmó. El sacerdote indicó además que la atención parroquial continúa también, pero a través de las distintas redes sociales, el teléfono celular y el teléfono fijo.

El padre Darío Brandt tiene tres localidades con iglesias a su cargo y la radio es su gran aliada.

“Seguimos atendiendo a todas las necesidades espirituales de las comunidades. Sólo visitó los enfermos en caso grave tomando todos los recaudos necesarios. El mayor acompañamiento es animar a las distintas familias a no perder la esperanza, la fe y el amor en Jesucristo nuestro señor”, sostuvo el párroco cuya comunidad incluye Capioví, Ruiz de Montoya y Cuñá Pirú, en total tiene a su cargo 18 capillas a lo largo de 45 kilómetros.

En tanto la ayuda solidaria es canalizada en la jurisdicción del padre Brandt a través de Cáritas y  un grupo denominado Periodistas Solidarios, que se encarga de acompañar, reunir y acercar la ayuda en modo de artículos de primera necesidad que los fieles donan. “El grupo solidario que se conformó en Capioví, integra gente Católica y no católica. En ella se muestra la importancia de unirnos en estos tiempos especiales y ayudar a quién necesita”, destacó.

En este contexto, desde el sábado pasado, el grupo comenzó un programa radial que se bautizó Parroqueando, donde se tratan temas de catequesis, noticias locales y noticias de la iglesia a nivel mundial. “Todo ello dentro del buen humor, de la buena onda. Queremos que las familias sean felices y alegres en este tiempo de aislamiento preventivo”, agregó el padre Darío.

SGF

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