El aislamiento obligatorio adoptado a tiempo por el Gobierno y respetado por la gran mayoría, resultó factor determinante para que hoy Argentina pueda tener estadísticas de contagio y muertes causadas por el coronavirus que la distinguen en el mundo como una de las pocas naciones que consiguió achatar su curva de contagios diarios en niveles muy inferiores a la capacidad de su sistema de salud. Otros países que no supieron o no quisieron reaccionar con la celeridad y la firmeza necesarias hoy están sumidos en un caos de enfermedad y muerte solo comparable al que produce una guerra.
Desde el comienzo de la pandemia hasta hoy Argentina sufrió 82 muertes, cifra que contrasta con los más de mil muertos de Brasil, los 16 mil de España y los 19 mil de Estados Unidos. Esa es la medida más exacta del éxito que tuvo la cuarentena en Argentina y la principal razón que determinó su continuidad anunciada ayer por el presidente Alberto Fernández, aunque con ligeras variaciones que podrán hacerse más profundas de acuerdo a cómo continúe la situación.
Argentina logró controlar a la enfermedad, que de todas maneras sigue siendo una amenaza continua y la información que llega día a día desde el resto del mundo así lo confirma. Muy poco, casi nada, cambiará mañana. Se permitirá que vuelvan al trabajo algunas pocas actividades que prestan servicios necesarios a las actividades consideradas indispensables: talleres mecánicos, gomerías, venta de repuestos, bancos y algunas más podrán trabajar en un esquema que no implique riesgos de contagio.
También se permitirá que algunos pueblos de baja densidad poblacional en los que no haya casos confirmados y a los que habitualmente entra y sale muy poca gente, puedan funcionar en un régimen de cuarentena comunitaria. Es decir que se podrá circular libremente dentro de ellos, pero se restringirán ingresos y egresos. La Nación trabajará en coordinación y bajo propuesta de las provincias para determinar cuáles poblados entrarán en esa mecánica.
Los números y sus enseñanzas
Debajo de una montaña de cadáveres cuantificados prolijamente y representados en coloridos gráficos estadísticos, quedó sepultado el dilema inicial economía versus salud que la pandemia planteó a todo el mundo con su agresiva irrupción. Los países que no otorgaron absoluta prioridad a la salud debieron afrontar un altísimo costo en dolor y muerte sin obtener a cambio ningún beneficio considerable en la faceta de una economía mundial que atraviesa una etapa de derrumbe.
Uno de los que priorizó los intereses de la economía por sobre la salud de su población fue Donald Trump, lo que llevó a Estados Unidos a erigirse rápidamente como la capital mundial del coronavirus con más de medio millón de contagios registrados y más de 19 mil muertos. Con sistemas de salud colapsados en las ciudades más pobladas y una curva de contagios que se mantiene ascendente, las proyecciones ante escenarios más pesimistas advierten que los muertos en ese país podrían contarse en decenas de millones.
Pero a esta altura hasta el magnate del jopo anaranjado consiguió superar su soberbia negadora y reconocer que había subestimado al coronavirus, punto al que todavía no consiguió llegar el inefable Jair Bolsonaro, a pesar de la abrumadora evidencia empírica. La reticencia del brasileño a adoptar medidas más firmes contra el virus le está costando no solo un creciente rechazo de la sociedad sino también de gobernadores y alcaldes que se resisten a quedarse de brazos cruzados viendo cómo crece diariamente la cantidad de contagios y muertes.
Las nuevas tecnologías ofrecen herramientas que permiten apreciar de una manera mucho más didáctica el comportamiento de tendencias y modas. Prueba de ello es un gráfico dinámico elaborado por Misiones Online en el que puede apreciarse la inusitada rapidez con la que crecen los contagios de coronavirus cuando no se toman los recaudos necesarios. Los gráficos lineales exhibidos ayer por el presidente también ayudan a dimensionar el problema.
Los desafíos de la cuarentena XL
Tan cierto como que la extensión del confinamiento social es imprescindible para contener al virus, es que todos los problemas suscitados a partir de la cuarentena se profundizarán. La necesidad de contención social para quienes se ven impedidos de llevar ingresos a sus hogares aumentará mientras que las recaudaciones de la Nación y las provincias retrocede. Según informó el propio gobernador Oscar Herrera Ahuad, la coparticipación ya cayó 25% y proporción similar varió la recaudación de Misiones.
Las casi 12 millones de personas que solicitaron el Ingreso Familiar de Emergencia, todos ellos monotributistas de las categorías más bajas y trabajadores informales, dan cuenta del tamaño del desafío que enfrentan el Gobierno nacional y las provincias en materia de asistencia social. Para tener una dimensión de la población total que dependerá de la ayuda de los estados, habrá que sumar a los alcanzados por el Ingreso Familiar de Emergencia a los beneficiarios de planes sociales y a los trabajadores formales que de continuar la cuarentena no podrán cobrar sus sueldos por la caída de la actividad.
Una encuesta difundida hoy por la Confederación Económica de Misiones (CEM) para la cual se consultó a empresarios de todos los tamaños y de prácticamente toda la provincia, aporta un panorama preocupante respecto a este último punto: indica que solo 37% de las empresas de la provincia pagó totalmente los salarios en abril y un 22% de ellas todavía no pagó un solo peso.
Otra demanda que aumentará con el correr de los días tiene que ver con la búsqueda de paliativos para que las empresas puedan sobrevivir al parate de actividad que en algunos sectores como el turismo llega al 100%. Desde el empresariado provincial consideran que las medidas que dispuso el Gobierno nacional en ese sentido están bien orientadas pero terminan resultando poco efectivas porque, por distintos motivos, terminan llegando a un número reducido de empresas.
Una de las medidas más importantes fue el lanzamiento de líneas de crédito a tasas de intereses reducidas para que las empresas pudieran afrontar el pago de salarios. La encuesta de la CEM revela que solo 9 de cada 100 empresas pudo acceder a ese beneficio en Misiones. El principal motivo es la poca voluntad de los bancos de ofrecer y otorgar los créditos.
Sin lugar para avivados
En un contexto en el cual el Estado afronta demandas cada vez más grandes al mismo tiempo que su recaudación se desploma, la eficiencia en el manejo de los recursos resulta más imperiosa que nunca.
Viejas mañas de la política, como la sobrefacturación en las compras resultan criminales, algo de lo que no parece haberse anoticiado a tiempo el ministro de Desarrollo Social de la Nación Daniel Arroyo, que autorizó una compra de alimentos a través de intermediarios a precios que triplicaban los de venta al público en supermercados. El escándalo escaló gracias a una publicación periodística, las explicaciones del ministro resultaron insuficientes y el caso derivó en una depuración de las segundas líneas de ese ministerio.
El presidente Alberto Fernández ordenó anular la compra y con ello logró preservar el recurso económico, pero la imagen de su administración no salió indemne.
Otro funcionario que le sigue dando dolores de cabeza a Alberto es su secretario de Energía, el misionero Sergio Lanziani. El ingeniero atómico fue encontrado durante un allanamiento durmiendo la siesta en un domicilio que fue identificado por la dirección de Cibercrimen de Misiones como una usina de fake news. Desde el propio entorno del funcionario confirmaron luego que la acusada por la difusión de noticias falsas era la pareja estable del ministro, lo que terminó salpicándolo aún más.
En las últimas horas se conoció además que el auto que conducía Lanziani, un Toyota Corolla, sería propiedad de un empresario del rubro de la energía, al que el funcionario debería controlar, lo que planteó un posible caso de conflicto de intereses que podría derivar en una denuncia.
Desde antes del confuso episodio del allanamiento, el misionero ya era una de las figuras más resistidas puertas adentro del Gobierno nacional por los enfrentamientos internos que fogonea, el más evidente, el que lo enfrenta con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas.
Misiones en dos frentes
El gobierno de Misiones comenzará este lunes una nueva etapa de la cuarentena, encarando la coyuntura desde un abordaje que se apoya en dos fundamentos: por un lado dar continuidad a la tarea de cuidar la salud y proteger a los ciudadanos del virus y, por el otro, llevar adelante acciones y decisiones que sirvan para reactivar las actividades productivas y económicas que cumplan con el protocolo de distanciamiento y prevención.
Misiones tiene la suerte de albergar a actividades que pueden desarrollarse con un bajísimo nivel de contacto social y que distribuyen ingresos en un número importante de productores y trabajadores. El tabaco, la yerba mate, la horticultura en pequeñas parcelas, la ganadería y la forestoindustria son claros ejemplos de ello.
El acopio tabacalero ya comenzó de forma experimental y el lunes seguiría con mayor regularidad, siguiendo un protocolo estricto de turnos de entrega que evita contactos innecesarios en la entrega de los fardos en los puntos de acopio.
También se diseñó un protocolo para que avance de manera segura la cosecha de yerba mate, otra de las grandes generadoras y distribuidoras de riquezas en Misiones.
Los restaurantes devenidos en delivery pueden funcionar, otros comercios atendidos por una sola persona también, así como la construcción privada. Para la construcción pública se necesita que la Nación inyecte fondos urgentes, con una firme emisión del Banco Central que ya fue propuesta por Oscar Herrera Ahuad al presidente Fernández, con el objetivo de movilizar el aparato productivo sin dejar de lado los cuidados sanitarios.
Misiones participa activamente en las propuestas que se construyen a nivel nacional para salir de la crisis, proponiendo opciones inteligentes que tengan efecto positivo en la economía sin sumar riesgo a la salud de la población.
Al mismo tiempo, dentro de la provincia se están intensificando los trabajos de atención médica domiciliaria, con equipos que van a los domicilios a controlar la situación de las personas. El resultado hasta ahora fue más que positivo.
Misiones no tiene fallecidos y hace once días que no registra casos positivos de coronavirus, mientras se multiplican en otras provincias. Esta situación fue destacada por el presidente Alberto Fernández y los gobernadores durante la conferencia virtual del martes en la que se acordó un aporte económico de 120 mil millones a distribuirse entre las provincias y un apoyo unánime a la continuidad de la cuarentena.
El mandatario misionero, Oscar Herrera Ahuad, en ese marco fue muy escuchado cuando habló del modelo de salud que implementa la provincia y donde quedó en claro que hay una preparación, capacitación e inversión de muchos años que dejan a Misiones en mejores condiciones que el resto para hacer frente a la emergencia sanitaria.
Y la otra pata fundamental es la educación. Se está definiendo un plan para movilizar a todo el cuerpo de profesores para evaluar a los alumnos con técnicas modernas, mediante trabajos prácticos y otras opciones, evitando tajantemente la posibilidad de perder el año.
Se está cumpliendo con el programa escolar y eso se logró gracias a la anticipación que implicó haber desarrollado la plataforma Guacurarí antes de que la actual pandemia fuera una posibilidad siquiera imaginable.
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