Habiendo agotado sin éxito todas las recetas que encontró en su biblioteca para bajar la inflación, el Gobierno nacional se ve obligado a ensayar soluciones ajenas en un intento desesperado por obtener resultados en plazos que se adecúen al cronograma electoral. Tasas de intereses por las nubes, apretón monetario, plaza seca de pesos, nada de eso sirvió para contener la carrera de los precios, pero sí para destrozar el consumo interno. Sin tiempo para seguir acumulando fracasos en el plano de la economía y sin una idea muy clara del rumbo a tomar, al mejor equipo de los últimos 50 años coquetea sin muchas ganas con resucitar una política no del todo exitosa del kirchnerismo: los controles de precios.
Curiosamente nadie de la mesa chica del Gobierno nacional cree en la efectividad del control de precios y hasta se ocupan de dejarlo en claro cada vez que pueden. Además les provoca escozor tener que anunciar algo que remita al pasado kirchnerista que ellos mismos se encargaron de demonizar, pese a ello admiten que están preparando una nueva versión de Precios Cuidados.
La propuesta surgió –junto con otras- del radicalismo y de un sector del Gobierno que le viene reclamando a Macri algo más que la retórica del sacrificio y programa de ajuste del FMI para ganar las elecciones. La mesa chica terminó aceptando, pero con reticencias, dudas y hasta con culpa por estar haciendo algo que consideran inadecuado, propio de un régimen populista. De allí que hasta ahora nadie haya salido a anunciarlo formalmente. Se conoció inicialmente gracias a una “filtración” que luego fue confirmada pero con reservas, peros y correcciones. En el medio, la disputa llevó a que el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, presentara su renuncia cansado de las disputas y rencillas cotidianas con el ala marcos peñista.
El de Macri seguramente no será el primer gobierno que hace algo de lo que no está convencido sólo para satisfacer a sus aliados o simplemente para romper la inercia de la inacción, sin embargo sí es el primero que no se molesta en ocultar esa desconfianza en una medida que se apresta a acometer. Ya lo hizo Macri cuando anunció la última suba en las retenciones a las exportaciones a las que calificó como “un impuesto malo”.
En la misma línea, Marcos Peña en su reciente informe ante el Congreso aseguró que la Casa Rosada no cree en el control de precios y nunca anunciaría una medida de esa naturaleza para, renglón seguido, afirmar que se trabajará “con todos mecanismos que se pueda” para “acordar posibilidades de precios con empresas” o “precios de referencia”.
La diferencia entre control y acuerdo de precios es demasiado fina para que los dichos del Golden Boy de Macri no suenen a una contradicción propia de un gobierno desorientado y toda la novela que se desató en torno a esa medida le da una pátina de improvisación al paquete que se apresta a anunciar el Gobierno nacional.
Ante la duda, los formadores de precios hicieron lo de siempre, aumentaron por las dudas. Antes de ser anunciados, los nuevos acuerdos de precios del macrismo ya generaron un efecto, pero inverso al esperado. Los mayoristas informaron que las empresas líderes de alimentos remarcaron entre 5% y 12% para cubrirse de un posible congelamiento. Otra vez, el tiro salió por la culata.
Además, los rumores activaron el lobby supermercadista para tratar de limitar el paquete de medidas en estudio agitando el fantasma del desabastecimiento. “No hay duda que habrá desabastecimiento, es lo que pasó siempre. El cliente verá productos baratísimos, pero le dirán que no hay más. Simplemente porque la industria deja de fabricar productos con los que va a pérdida, o no los entrega”, declaró Fernando Aguirre, vocero de la Cámara Argentina de Supermercados a medio porteños.
Revolución en la granja
El paso de Peña por el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación dejó otra evidencia clara del resquebrajamiento dentro del PRO, donde la voz del Jefe de Gabinete –que equivale a decir la voz de Macri- ya no impone el mismo respeto que antes. Además de las previsibles críticas de la oposición, el preferido del presidente tuvo que soportar un tirón de oreja titular del bloque PRO en la Cámara baja, Nicolás Massot, quien exhortó al Gobierno nacional a “dejar de lado la estrategia de la polarización” y hacer un poco más por la generación de consensos.
Es la primera vez que una voz autorizada dentro de Cambiemos cuestiona abiertamente al Gobierno por atizar la polarización y dificultar los consensos. Puertas adentro, tanto Massot como su jefe político Emilio Monzó, atribuyen al “ala dura” que encabeza Peña y reconoce el liderazgo intelectual de Durán Barba, el desarrollo de una estrategia de cerrazón política que habría privado al Gobierno de contar con aliados, especialmente dentro del peronismo.
Massot pidió retomar la apertura política que había mostrado el oficialismo durante la primera mitad del mandato de Macri y –sin cometer el pecado de nombrarla- pidió un acercamiento a la porción del electorado que respalda a Cristina Kirchner. “No pueden existir políticas de Estado que excluyan al 30 por ciento del electorado. Es un desafío que tenemos especialmente los colegas de enfrente y nosotros. No existe un país posible que se consiga excluyendo un 30, un 25 o un 35 por ciento de la gente. Es una minoría importante de argentinos. No son ni afganos ni iraníes, son argentinos”, dijo.
Con Monzó y Peña a pocos metros de distancia, Massot dejó también un mensaje para el presidente Macri, en la previa de la campaña electoral. “Si a nosotros nos toca contar con la confianza de un segundo mandato, vamos a tener que volver a reeditar ese clima y a generar expectativas en los próximos meses, no solamente en nuestro electorado sino también en los representantes de otros electorados a partir del 10 de diciembre”.
El presidente de la bancada PRO no necesitó levantar el tono para que su discurso sonara como un portazo. Desde agosto ya no estará en Argentina sino en la universidad privada de New Haven, Connecticut, que le otorgó una beca de estudio.
En campaña
Más allá del incierto panorama que le espera al país a partir del 11 de diciembre, independientemente de quien ocupe la primera magistratura, toda la atención de la política vernácula está orientada hacia las elecciones de octubre.
Incluso la presidente del FMI, madame Lagarde, se metió de lleno en el fango proselitista esta semana cuando le dedicó un generoso espacio a la “cuestión argentina” en medio de una conferencia de prensa desarrollada en Washington. Allí, en la capital del mundo, la financista de la que muchos argentinos se empeñan en no enamorarse, consideró que “sería una tontería por parte de cualquier candidato darle la espalda al trabajo que se está haciendo”, en referencia al programa económico que lleva adelante el Gobierno nacional en doble comando con el FMI. Desde tiempos de Braden que no se veía un intervencionismo tan explícito en una campaña electoral.
Para entender el apuro del Gobierno nacional en buscar anuncios que generen algún tipo de expectativa positiva en una población golpeada por la crisis, basta con seguir la tendencia que marcan las encuestas y sondeos de opinión. Por primera vez desde que comenzó a caer la imagen del presidente, aparecen encuestas que muestran a Cristina Kirchner superando a Macri en un escenario de ballotage.
Para este cambio en el escenario confluyen tres factores, dos bastante obvios pero no suficientes y un tercero que golpea en la línea de flotación las expectativas reeleccionistas. Los factores más obvios tienen que ver con un progresivo deterioro de la intención de voto de Macri que coincide con un crecimiento muy leve de los números de Cristina y el tercer factor es la irrupción de Roberto Lavagna como potencial candidato.
Aunque no está del todo claro si el exministro de Economía se postulará, ni tampoco en qué espacio lo haría, lo que sí resulta evidente es que es el opositor con mayor capacidad de restarle votos a Cambiemos. De hecho su precandidatura es el principal motivo del operativo que está llevando adelante el PRO para reconquistar a los radicales díscolos que amenazan con abrazar el lavagnismo con el mismo fervor que hasta hace poco abrazaban el macrismo, en un juego cuyo trasfondo tiene más que ver con las candidaturas que con los ideales políticos.
Una encuesta difundida el viernes por Rouvier & Asociados muestra a la expresidente ganando por 41,1% contra 37,1% en un escenario de ballotage contra Macri, con un 15,2% que afirma que no votaría a ninguno de los dos y un 6,6% bajo la categoría “no sabe/no contesta”.
“Se va rompiendo la paridad registrada desde noviembre y se va inclinando la balanza hacia la ex presidenta, pero cabe aclarar que aún hay más de un 20% de indecisos”, señala el informe.
En tanto que Lavagna se consolida como “tercera fuerza” con 12% de los votos en primera vuelta, por encima de Sergio Massa que no consigue superar los 9 puntos. Desde la consultora observan que “el incremento de Lavagna proviene de electores que salen de Macri, y esto le genera una vía de acceso importante”.
La imagen positiva del presidente se ubicó en la medición de abril por debajo del 40% y volvió a caer con relación a marzo, afirma el estudio de Ricardo Rouvier & Asociados. De acuerdo a la encuesta, la merma responde al ejercicio de la gestión (el aumento de la inflación) y al propio desempeño en la función presidencial. Arroja además que el 62% de los entrevistados considera que la gestión del Gobierna nacional es negativa. En tanto, casi siete de cada diez encuestados consideraron que el camino de ajuste que propone el oficialismo no es el único posible para la Argentina.
Además de las encuestas, el otro termómetro de cara a octubre lo marcan las elecciones provinciales. La última fue en Río Negro, el fin de semana pasado y dejó lecturas contrapuestas. La candidata de Cambiemos, Lorena Matzen, obtuvo solamente el 6% de los votos, bastante menos que el 32% que había sacado hace menos de dos años. Sin embargo y a pesar de haber salido terceros, desde las filas amarillas igual festejaron porque no ganó el kirchnerista Martín Soria, que se quedó a 17 puntos Matzen.
El lunes los medios afines al Gobierno nacional titularon “Perdió el kirchnerismo en Rio Negro” y los de la vereda opuesta optaron por destacar el cómodo tercer puesto de Cambiemos.
Lo que quedó fuera de discusión tras el triunfo de Juntos Somos Rio Negro es la consolidación de una tendencia que favorece a los partidos provinciales por sobre los armados nacionales. El descrédito de las fuerzas que encabezan la disputa por la presidencia se hace evidente elección tras elección, lo que termina beneficiando a los partidos provinciales, tal como había ocurrido una semana antes con el triunfo del Movimiento Popular Neuquino.
Un cambio urgente
En Misiones también crece en intensidad el run run electoral, sin embargo las noticias más importantes siguen pasando por otro lado. El plato fuerte de esa semana fue la inauguración del laboratorio de bioinsumos de la Biofábrica, lo que representa la coronación de un trabajo que llevó casi diez años y que incluyó el desarrollo de productos innovadores.
Mediante la puesta en funcionamiento de este laboratorio, el Gobierno provincial apunta a reducir el uso de fertilizantes sintéticos y agroquímicos en las chacras misioneras y reemplazarlos por bioinsumos inocuos. Eso daría respuesta a un reclamo histórico de toda la sociedad en defensa de la salud de la población y de los recursos naturales no sólo de la flora y de fauna sino también del suelo, principal factor de producción de las chacras.
En realidad el laboratorio viene trabajando hace casi diez años, pero lo que venía haciendo hasta ahora era desarrollar los productos que ya están en condiciones de ser reproducidos a escala. Concretamente, el trabajo involucró colectar microrganismos, hongos, microinsectos y bacterias en chacras y parques provinciales de toda la provincia y experimentar con ellos hasta hallar cuáles serían aptos como fertilizantes, fungicidas o insecticidas y luego encontrar la forma de reproducirlos.
Con esa etapa del trabajo ya completado, el laboratorio se propone ahora reproducir estos microorganismos benéficos, entregarlos a los productores y brindar capacitación para que su uso sea eficiente.
Si la Biofábrica tiene éxito en este emprendimiento y consigue reducir aunque sea en parte la aplicación de agrotóxicos en Misiones, habrá dejado un legado cuyos beneficios se extenderán a las siguientes generaciones de misioneros.
Del acto de inauguración del laboratorio participó el vice gobernador y candidato a gobernador por la Renovación Oscar Herrera Ahuad, quien destacó el proyecto de la Biofábrica como una política de estado que atravesó las distintas administraciones, desde su apertura durante la gobernación de Carlos Rovira y afirmó que de resultar elegido para suceder a Hugo Passalacqua, dará continuidad a dicha política con un desafío concreto: producir granos a escala a partir de semillas nativas.
Despropósito millonario
Conforme se mantiene la inflación, crecen las deudas de quienes asumieron créditos a largo plazo para comprar bienes durables. Quienes hicieron caso a las recomendaciones de los voceros del Gobierno nacional y sacaron un crédito UVA en algún momento de 2017, hoy deben el doble del monto que les prestó el banco pese a que algunos pagaron más de 20 cuotas, lo mismo ocurre con los adjudicatarios de planes de ahorro de vehículos nuevos.
La preocupación crece entre los damnificados que se agruparon en distintas asociaciones a lo largo del país, mientras que el Gobierno nacional se encarga de desestimar el problema argumentando que los porcentajes de morosidad de dichos créditos son hasta ahora bajos.
Legisladores nacionales del Bloque Misionerista recogieron el guante, presentaron pedidos de informe y plantearon la cuestión, sin mucho éxito, a Marcos Peña durante su reciente visita a Diputados.
En Posadas además se suma la preocupación por saber cuál será el destino del barrio de viviendas del Procrear construido por el Estado nacional en Itaembé Guazú. Se trata de 717 viviendas de las cuales solo 70 fueron entregadas, las restantes no encuentran dueño, se deterioran y generan un costo millonario en seguridad.
Durante el Gobierno de Cristina Kirchner, los desarrollos urbanísticos del Procrear le dieron a muchos argentinos de la empobrecida clase media una solución inmobiliaria a un alto costo para el Anses, con el cambio de gobierno este tipo de proyectos pasó a no darle soluciones a nadie a un costo aún mayor para el Estado.
El barrio de Posadas fue construido gracias a una fuerte inversión del Estado nacional, que para recuperarla entregó la comercialización al Banco Rio, que debía entregar a cada interesado un crédito hipotecario para que pudiera comprar la casa. Como muy pocos asalariados están en condiciones de calificar para un crédito hipotecario actualmente y entre ellos son todavía menos los dispuestos a aventurarse a tomar un crédito ajustable por la impredecible inflación argentina, la gran mayoría de las casas –exactamente 614- permanece inhabitada y todo indica que eso no cambiará en el corto plazo. Con ello el Estado no consigue recuperar casi nada de la inversión que demandó la construcción de las casas.
Apuntes de campaña
A poco más de un mes y medio para las elecciones provinciales y municipales, finalmente se conoció el nombre que completará la fórmula de la Renovación. El elegido para secundar a Oscar Herrera Ahuad fue el presidente del IPS, Carlos Arce. Se trata de un profesional de la medicina con trayectoria como profesional independiente que hasta no hace mucho tiempo era considerado un outsider de la política.
A pesar de que cuenta con el antecedente de ocupar durante varios años un lugar clave de la administración pública como la presidencia del Instituto de Previsión Social, algunos lo siguen viendo como una rara avis de la política en tanto nunca mostró demasiado interés en cumplir con algunos rituales de la liturgia partidista. “Es un enfermo del laburo, pero no es un tipo al que vayas a ver poniendo la cara en todos los actos para sumar algún poroto”, lo definió un dirigente con llegada a la Rosadita.
La designación de Arce dejó un mensaje claro de la conducción del partido para su propia tropa: los lugares se ganan con eficiencia en la gestión y no por amiguismo.
La única fórmula que todavía falta por resolverse es la del PAyS que presentará como candidato a gobernador al abogado posadeño Isaac Lenguaza.
Por el lado de los radicales parece que finalmente encontraron una solución a sus problemas legales. La franquicia provincial del centenario partido optó por pedir la intervención por parte de la esfera nacional del partido. De ese modo esperan eludir el fallo de la Justicia Electoral provincial que les exigió realizar internas para definir sus candidatos. Argumentan que al funcionar bajo la intervención de la esfera nacional del partido escapan de la jurisdicción de la justicia provincial.
En los próximos días se podrían presentar recursos impugnando la maniobra.
855 sublemas
El martes último venció el plazo para la presentación de sublemas y se anotaron 855 en toda la provincia. Curiosamente, desde el espacio que más cuestionan la ley de lemas provino la mayor cantidad de ellos, se trata de Juntos por el Cambio –la versión misionera de Cambiemos- que inscribió 398 sublemas; la Renovación anotó 341 y el Frente PAyS 113, aunque sin presencia en los 76 municipios.
De competir todos los sublemas anotados, Posadas y Garupá serán los municipios con mayor oferta electoral con 30 listas cada uno.
El 22 vence plazo para que los lemas registren listas de candidatos municipales y un día después vence el registro de listas de candidatos a cargos provinciales.
La disconformidad que generó el ingreso del puertismo al frente Juntos por el Cambio se hace más evidente conforme se acotan los plazos del calendario electoral. Los perjudicados son los radicales que enfrentan una diáspora de dirigentes, el último que pegó el portazo fue el concejal posadeño Maximiliano Florindo, que anunció que formará rancho aparte. Antes que él, habían abandonado ese espacio concejales de Iguazú, Libertad, Garuhapé y Eldorado. Por otra parte, el ex delegado de Migraciones en el puente Posadas – Encarnación, Juan Manuel Holz, confirmó que será candidato renovador.
Más allá de que la sociedad con el puertismo fue un sapo difícil de tragar para la gran mayoría de los radicales, los dirigentes que abandonan el barco radical coinciden que el principal motivo de su alejamiento no tiene que ver con Puerta sino con el hecho de que no se sienten escuchados por la conducción del centenario partido, incluso aquellos como Florindo, que demostraron tener votos.
Por el lado de la Renovación, está claro que dos de los candidatos más fuertes serán el actual director de Vialidad provincial, Leonardo “Lalo” Stelatto, que al igual que Arce viene respaldado por una sólida gestión en su área, y el actual intendente Joaquín Losada, que todavía no oficializó su candidatura, pero todos la dan por descontada.
En los demás sublemas renovadores habrá una amplia participación de profesionales de distintas áreas, empresarios del sector Pyme, dirigentes del agro y jóvenes con intenciones de aportar activamente en la vida política y que encuentran en la orientación de la Renovación un conducto efectivo para hacerlo en tiempos en los que de los espacios políticos nacionales solo llega confusión.
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