La mujer que mató a su marido de 185 puñaladas sigue presa porque “la violencia de género no justifica el crimen”

La fiscal usó ese argumento para apelar la excarcelación. Y puso en duda las denuncias que hizo la acusada por maltratos, y que ella misma había desechado.

Luego del crimen de Alberto Nairetti, su mujer Paola Córdoba confesó que, junto a su hija Milagros, lo mataron de 185 puñaladas después de haber sido durante años víctimas de violencia de género. Ahora, tras apelar la excarcelación de ambas, la fiscal dijo que los maltratos que sufrieron “no justifican el crimen”. Y consideró que la situaciones denunciadas hace tiempo por las acusadas “no reflejan la gravedad que las imputadas dicen que vivían”.

Al reconstruir el asesinato, la fiscal Silvia González Bazzani señaló que Paola Elvira Córdoba y su hija, Paula Milagros Naiaretti atacaron a Alberto Elvio Naiaretti mientras dormía. Además, destacó que tardaron más de cuatro horas en llamar al 911 y que es llamativo que el hombre no se haya defendido.

En un comunicado de prensa, el Ministerio Público Fiscal de San Martín dio a conocer este miércoles los argumentos de la fiscal para apelar la decisión del juez de Garantías 4, Alberto Brizuela, que había ordenado liberar a las acusadas.

El magistrado había pedido tener en cuenta que las detenidas fueron víctimas de violencia de género y que Paola había hecho al menos cuatro denuncias donde alertaba las situaciones a las que era sometidos ella y sus cuatro hijos. Todas las denuncias fueron desechadas, incluso por la fiscal Bazzani.

“Existe peligro de fuga por la pena en expectativa (prisión perpetua) y el juez no impuso siquiera una caución o medida compromisoria eficaz a las imputadas”, consideró Bazzani.

De acuerdo a la fiscal, la madre y la hija no avisaron rápidamente a las autoridades sobre el crimen. “Llamaron cuatro horas después del hecho y se están analizando sus teléfonos para tener una visión más clara sobre lo que ocurrió en ese lapso de tiempo”, señaló. Además, indicó que está pendiente un peritaje psiquiátrico a las imputadas y escuchar el testimonio de varias amigas de Paula y vecinos del barrio.

“Respecto del contexto de violencia de género grave sufrido por Paola Córdoba y sus hijos desde hace muchos años, se tiene en cuenta que es relevante pero que no justifica el hecho”, aclaró el parte de la Fiscalía General de San Martín. “Dichas circunstancias, en este caso concreto, no deberían ser interpretadas como pena natural y con ello dejar de valorar la gravedad de lo que la conducta de las imputadas significa”, agregaron.

Por otra parte, la fiscal puso en duda las situaciones de violencia denunciadas por las acusadas y dijo que había “una relación conflictiva y de celos”. En este sentido, recordó que en un juzgado de Paz y en la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) municipal trataron de concientizarla sobre el riesgo en el que se encontraba.

Sin embargo, reconoció que Córdoba había denunciado a su marido por amenazas en diciembre de 2003, diciembre de 2010 y abril de 2012, por impedimento de contacto en mayo de 2012 y que hay una causa por “amenazas recíprocas” de junio de 2012 y otra de Naiaretti contra su mujer por agresiones verbales de 2015. “Estos hechos no reflejan la gravedad que dicen las imputadas que vivían hace años”, aseguró.

Las excarcelaciones de la madre e hija habían sido pedidas por el defensor oficial Javier Chirinos, quien consideró que ambas mujeres cometieron el ataque contra Naiaretti en una “situación de violencia de género histórica”. El letrado explicó que Paola sufría “violencia económica, física, tortura” y era obligada a ejercer la prostitución en la ruta 8 mientras su marido la espiaba detrás de unos arbustos.

Milagros también contó el calvario de violencia física y verbal que vivieron por parte de su padre en los últimos años tanto ella, que tuvo intentos de suicidio, como algunos de sus hermanos. La chica aseguró que su padre “lastimó mucho” a su mamá en un episodio en el que la llevó al lavadero de autos que tenía en su casa y donde trabajaba. Según contó, el hombre la atacó con un chorro a presión con una máquina hidrolavadora.

(Fuente: TN)

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