El cotejo de ADN ordenado por la Justicia misionera concluyó que los restos óseos encontrados hallados en el barrio Pratt de Posadas corresponden a Manuel Ifrán, el jubilado quien se ausentó de su domicilio del barrio Mini City el 12 de abril de 2017 y nunca más volvieron a saber de él.
La familia del hombre ya fue notificada formalmente por el Cuerpo Médico Forense. La coincidencia es del 99,99%. Ahora, lo que los hijos de Ifrán quieren saber es cómo fue a parar el jubilado en ese lugar.
Ifrán padecía Alzheimer. La madrugada del día en que desapareció lo vieron pasar cerca de la capilla del barrio. A un vecino le llamó la atención que vestía mangas cortas, pese a que estaba fresco. Fue la última vez que lo vieron vivo.
La búsqueda del hombre se extendió primero a toda la provincia, luego al país y a las naciones vecinas. El Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de 250 mil pesos para quienes aportaran datos sobre el paradero del desaparecido.
El 17 de mayo, en un extremo del barrio Pratt dieron con restos óseos y ropa, en medio de un malezal. “Los cinco hermanos reconocimos las prendas, un llavero también con sus datos y los nuestros. Todo era como verlo a papá vestido”, afirmó en su monento Graciela, una de las hijas de Manuel. Faltaba el ADN. Ahora se sabe que allí terminó muerto Ifrán. ¿Cómo llegó allí? El misterio sigue.
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